Millones de personas en China están confinadas en su casa por el brote de de la variante Delta de COVID-19; lo que ha implicado test masivos y muchas restricciones.
El brote de la cepa que está esparciéndose por el mundo de forma alarmante, llegó en muy poco tiempo a 20 ciudades y más de 12 provincias del país asiático.
Las autoridades locales de las ciudades más importantes de China, incluyendo Pekín, han realizado tres millones de test y han tomado medidas como acordonar recintos residenciales y cuarentenas a personas enfermas y que tuvieron contacto con alguna.

Ante la llegada de la variante Delta, en varias ciudades se siguen tomando medidas, como por ejemplo en Huhan donde 1.2 millones de personas estarán en aislamiento los próximos tres días.
También se ha buscado disminuir los viajes no esenciales, pues algunos viajeros han llegado infectados y podrían haber causado algunos de los contagios internos.
China ya había controlado la pandemia de COVID-19, después de que en 2019 y 2020 tuvo grandes problemas con la misma, siendo Wuhan donde se desarrolló la misma; sin embargo, pese a lo bien que se había manejado, la nueva cepa ha hecho que se vuelvan a tomar medidas extraordinarias.