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La casa de María Antonieta Cruz tuvo daños leves, no así sus vecinos muchos de los cuales lo perdieron todo. Fotografía de Constanza Espinoza

Greensboro - Luego del miedo que sintieron con el paso del tornado a pocos metros de su casa, una familia latina se considera afortunada de que su casa sufriera daños leves, comparado con sus vecinos muchos de los cuales lo perdieron todo.

María Antonieta Cruz, es una madre mexicana quien vive con su esposo Sergio y sus cuatro hijos en su casa cerca de la Escuela Primaria Peeler, una de las tres que fueron destruidas por el tornado que causó estragos a lo largo de 17 millas al este de Greensboro el domingo 15 de abril.

“Al principio pensamos que era una tormenta pero luego vimos la nube negra en forma de embudo que venía hacia nosotros”, contó María Antonieta a La Noticia.

La mexicana recuerda que el miedo que sintieron fue espantoso, porque pensaban que la casa se la iba a llevar el viento.
“Todo duró como cinco minutos, y a la casa solo le cayó una rama que hizo un hoyo en el techo, pero cuando nos asomamos a ver, todo era un desastre”, contó.

La casa donde viven hace cinco años está ubicada sobre Lansdown Avenue, una de las áreas más afectadas por el tornado que resultó ser de categoría EF-2 con vientos de 134 millas por hora.

La familia así como muchos de sus vecinos permanecieron sin fluido eléctrico por una semana, pero la ayuda nunca faltó. “Llegaban brigadas ofreciendo agua, comida, ropa, de todo, pero gracias a Dios no la necesitamos”, dijo.

María dice que junto a su esposo Sergio, han estado ayudando a sus vecinos afroamericanos a limpiar y recoger escombros, ya que en ese tramo de la calle es la única familia latina.