La esclerosis múltiple (EM) tiene un nombre raro y poco común, pero es la enfermedad más frecuente que ocurre en el sistema nervioso central, es decir, el cerebro y la médula espinal. Sus síntomas son diversos, así como el tratamiento.
Esta enfermedad califica dentro de lo que se conoce como "autoinmunitaria", que significa que el propio cuerpo ataca los tejidos sanos por una confusión. En este caso, se daña la conexión entre el cerebro y el cuerpo. Su gravedad radica en que causa un debilitamiento y deterioro de los órganos de manera progresiva.
¿Qué personas sufren de esclerosis múltiples?
La EM tiene dos focos principales, según Medlineplus:
- los adultos jóvenes, a quienes afecta en edades entre los 20 y los 40 años de edad;
- y las mujeres, que son dos o tres veces más propensas que los hombres a desarrollar esta enfermedad.
El problema es que no se sabe qué condiciones cumplen estas personas para sufrir de EM. Podría ser un virus, un defecto genético o incluso factores ambientales. También se piensa que ocurre por una inflamación cuando las células inmunitarias atacan el sistema nervioso.
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¿Cómo comienza la esclerosis múltiple? Primeros síntomas
La especie de "desconexión" entre los sistemas inmune y nervioso central, puede ocurrir a lo largo de cualquier zona del cerebro, el nervio óptico o la médula espinal. De ahí que se produzcan síntomas variados y muchos son tan comunes que no necesariamente se pueden relacionar con la EM.
Es por ello que a la esclerosis múltiple se le denomina la enfermedad de las mil caras, pues es muy amplia la lista de afecciones que puede causar y dependen de la localización y magnitud de la afección.
Dentro de esa larga lista, se habla de al menos tres síntomas de la EM que suelen tener mayor incidencia en los pacientes, aunque pueden ocurrir por otras causas diversas:
- Problemas de visión: se presentan como atenuación, borrosidad, duplicación o pérdida completa de la visión, especialmente si ocurre sólo en un ojo. Estos síntomas son comunes debido a la inflamación del nervio óptico y se conocen como "neuritis óptica". Es posible que haya dolor durante el movimiento ocular, y puede haber una notable pérdida de visión de color.
- Mareos: el paciente puede presentar vértigo, que es la sensación de que todo está en movimiento. Conlleva a las náuseas o vómitos.
- Fatiga extrema: se trata de episodios repentinos de agotamiento severo, que son capaces de durar semanas y alterar las funciones de llevar un día normal. Tampoco se logra aliviar con el sueño, llegando a ser abrumador. Eso puede ser un indicio de que la EM está destruyendo los nervios de la columna vertebral.
Los síntomas más específicos de la EM son:
Musculares:
- Espasmos musculares.
- Problemas para mover los brazos y las piernas.
- Problemas con la coordinación y para hacer movimientos pequeños.
- Temblor en uno o ambos brazos o piernas.
- Debilidad en uno o ambos brazos o piernas.
- Dolor facial.
- Hormigueo, sensación de picazón o ardor en los brazos y las piernas.
Vesicales e intestinales:
- Estreñimiento y escape de heces.
- Dificultad para comenzar a orinar.
- Necesidad frecuente de orinar.
- Urgencia intensa de orinar.
- Escape de orina (incontinencia).
Oculares:
- Visión doble.
- Molestia en los ojos.
- Movimientos oculares incontrolables.
- Pérdida de visión (usualmente afecta un ojo a la vez).
Cerebrales y neurológicos:
- Disminución del período de atención, de la capacidad de discernir y pérdida de la memoria.
- Dificultad para razonar y resolver problemas.
- Depresión o sentimientos de tristeza.
- Mareos o pérdida del equilibrio.
- Pérdida de la audición.
Sexuales:
- Problemas de erección.
- Problemas con la lubricación vaginal.
Síntomas del habla y de la deglución:
- Lenguaje mal articulado o difícil de entender.
- Problemas para masticar y tragar.
¿Cómo se diagnostica la esclerosis múltiple?
Los exámenes para diagnosticar la EM incluyen:
- Exámenes de sangre para descartar otras afecciones similares a la EM.
- Análisis del líquido cefalorraquídeo, para el cual se hace una punción lumbar.
- Resonancias magnéticas del cerebro, de la columna o ambas.
- Estudios de la función neurológica.
¿La esclerosis múltiple es mortal? ¿Tiene cura?
Hasta el momento no se conoce cura para la EM, pero existen tratamientos que pueden retrasar la enfermedad. Sin embargo, esto solo logra detener su progreso, controlar los síntomas y ayudar a la persona a mantener una calidad de vida normal.
Por otro lado, hay medicamentos que se recetan por períodos extensos que ayudan igualmente a retrasar la enfermedad. Otros permiten disminuir la gravedad de los ataques en los que los síntomas ocurren de manera violenta en el paciente. También se administran fármacos para controlar algunos síntomas específicos: los espasmos musculares, los problemas urinarios, la fatiga o los problemas del estado de ánimo.
La esclerosis múltiple no se considera potencialmente mortal. No obstante, el deterioro de algunos órganos esenciales reduce la esperanza de vida de los pacientes de forma significativa.