Descubre tu potencial con estos consejos para ser optimista y verás cómo aumenta tu autoestima y la disposición a superar las dificultades.
El optimismo tiene implicaciones positivas que ayudan a sobrevivir en medio de las adversidades. Pero también es un estilo de vida que mantiene una actitud de lucha y esperanza. Cuando estos ingredientes están presentes es más fácil buscar un mundo de posibilidades en el momento en una alternativa falla. De esa manera caer y levantarse son caras de la misma moneda.
Ahora bien, ser optimista no es ver todo con ojos de realización, sino que ayuda a encarar las pérdidas, fracasos y gestionar con resiliencia las situaciones.
Comparando las cualidades de un optimista versus una persona pesimista, encontramos que cuando se espera lo peor es bastante posible que ocurra. De alguna manera si no creemos que las cosas pueden ocurrir instintivamente no luchamos por ellas. En cambio, al ser optimista confiamos en nuestras propias capacidades y potencial para merecer lo que anhelamos.
Consejos para ser optimista en la vida
- Ten motivación. Para ver con ojos de optimismo tenemos que querer con pasión. Anhelar, tener metas y realmente disfrutar de una búsqueda son energía positiva. Ayudan además a creer y, por lo tanto, enfocan en mantener interés en los resultados. Esto no significa desvincularse con la realidad y creer ciegamente que todo es posible, tiene más que ver con la constante búsqueda de crecimiento, cambios, renovaciones, logros.
- Céntrate en la variedad de soluciones. Si algo falla no todo está perdido, un nuevo camino puede ser la alternativa. Cuando sabemos que un mismo problema tiene diferentes soluciones somos más capaces de explorar y no rendirnos hasta intentarlo todo.
- Arriesga sin temor a perder. Los fracasos son parte del éxito. Difícilmente todos los aciertos llegan sin errar en unas varias oportunidades, pero no por eso tienes que tener miedo a intentarlo. Los errores son experiencia, aprendizaje y permiten perfeccionar las búsquedas.
- Mantén una actitud positiva. La vida no será color de rosa porque seas optimista. Tampoco desaparecerán los problemas, pero, saber que las dificultades son pasajeras es un pasaporte a la superación. Tener disposición a levantarse, a continuar, poder reír en medio de la adversidad son básicos para ser más optimista.
- No te quejes más de la cuenta. Siempre he creído en que atraemos las cosas con la misma energía que las invocamos. Por ello, vivir con una queja constante no permite ver ni buscar alternativas o salidas. Por el contrario, las quejas se convierten en una nube gris que se convierte en un imán que atrae más probelmas.