Muchas veces pensamos que la salud física, la mente y las emociones funcionan de forma independiente. Pero esa no es la realidad.
Hay tres áreas que son muy importantes en el ser humano: el cuerpo, la mente y el espíritu. Estas áreas están muy relacionadas y si una de ellas se afecta, es muy probable que las otras áreas también sufran alguna consecuencia. Por ejemplo, cuando nos sentimos enfermos, es muy natural que eso nos produzca tristeza.
De igual manera, cuando estamos ansiosos, podemos sentir dolor de pecho, dolor de cabeza o tener problemas para respirar.
Esto es así porque el cuerpo trabaja de forma integrada y para sentirnos en completa salud, necesitamos un balance y armonía entre las tres áreas.
¿Cómo saber cuándo mis síntomas son físicos o son emocionales?
Es importante que cuando experimentemos cualquier síntoma físico que nos cause preocupación, hagamos una cita con nuestro médico primario. El médico es el que puede evaluar y dejarnos saber si hay alguna condición física que nos esté afectando.
Si el médico no encuentra alguna condición de salud, esto NO es señal de que estemos volviéndonos locos/as. Es posible que algunas de las otras áreas de tu vida no estén en balance, como lo puede ser la parte emocional o la espiritual. Por ejemplo, cuando tenemos mucho estrés, podemos sufrir de dolores de espalda y dolores de cabeza, entre otros síntomas.
El próximo paso, luego de descartar cualquier problema de salud física
Luego de descartar cualquier problema de salud física, el próximo paso sería buscar ayuda para reducir el nivel de estrés. A veces, con cambios básicos que hagamos, como por ejemplo hacer ejercicios de relajación, meditación, yoga, entre otros, pudiera ser de ayuda para reducir el estrés. Sin embargo, hay otras personas que por el nivel alto de estrés, es muy posible que necesiten ayuda de algún medicamento u otro tipo de ayuda profesional.
Lo importante es que no dejes de atender cualquier señal que tu cuerpo te envíe, ya sea a través del cuerpo, de las emociones o del alma. Hay recursos disponibles en la comunidad que ofrecen diversos tipos servicios.
El médico primario puede ser ese primer contacto, para asegurarte que no hay alguna condición de salud física que te aqueje.
También, puedes buscar ayuda adicional a través de guías espirituales (ej. curas, pastores, etc.) o de profesionales de la salud emocional como lo son los terapeutas.
Una vida en armonía nos permitirá disfrutar de la vida con una mayor plenitud. Recuerden, por más difícil que pueda parecer la situación, siempre hay alternativas y posibles soluciones.