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La única elección de noviembre del 2024, que todavía no se certifica en el estado, seguirá en el limbo por más tiempo. El 4 de abril, la Corte de Apelaciones de Carolina del Norte dictó una sentencia que afecta a más de 65,000 votantes impugnados, dándoles un plazo de 15 días para proporcionar información adicional y confirmar su elegibilidad.

Este fallo se produce en medio de un intenso litigio sobre las elecciones judiciales en el estado, específicamente la contienda por un puesto en la Corte Suprema de Carolina del Norte entre el republicano Jefferson Griffin y la demócrata Allison Riggs.

¿Qué implica el fallo de la corte?

El fallo de la Corte de Apelaciones otorga a los votantes cuyo sufragio fue impugnado por el partido republicano la oportunidad de corregir sus registros antes de que sus votos sean descartados.

La decisión se centra en dos grupos clave de votantes: más de 60,000 votantes con formularios de registro incompletos y 5,500 votantes militares y en el extranjero que no proporcionaron una identificación con foto.

Según la decisión, los votantes tienen 15 días para presentar los datos faltantes, como los últimos cuatro dígitos de su número de Seguro Social o una identificación con foto. Si lo hacen, sus votos serán contados.

Esta medida pone bajo presión a la campaña de Riggs, quien lidera con solo 734 votos en una contienda reñida por un puesto en la Corte Suprema estatal.

La controversia política detrás del fallo

La decisión ha generado un gran debate, con líderes demócratas acusando a los jueces republicanos de robar la elección. Robert Reives, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes de Carolina del Norte, expresó que el fallo era un intento de “robar la elección a plena luz del día”.

Por otro lado, los jueces republicanos defienden el fallo. Argumentan que es necesario asegurar la integridad electoral y eliminar los votos de aquellos que no cumplieron con los requisitos.

El juez Toby Hampson, quien es demócrata, mostró su desacuerdo en una disidencia extensa de 66 páginas. Destaca que Griffin no había demostrado que los votos impugnados fueran fraudulentos.

Hampson argumentó que la política de Griffin va en contra de la constitución y las normas de equidad. Señala que muchos de los votantes afectados habían cumplido con los requisitos establecidos al momento de votar.

El impacto en los 65,000 votantes

Este fallo plantea grandes desafíos para los 65,000 votantes afectados, quienes ahora enfrentan un plazo muy ajustado para corregir sus registros. En particular, aquellos que no incluyeron información completa en sus formularios de registro o que no proporcionaron una identificación con foto se verán obligados a acelerar el proceso para asegurar que sus votos sean validados.

Allison Riggs, quien se mantiene firme en su defensa de la validez de los votos, ha anunciado que apelará la decisión. En una declaración, Riggs expresó: “Defenderé los derechos de los votantes y me opondré a quienes intenten robar el poder al pueblo”.

La decisión del juez podría alterar la composición de la Corte Suprema estatal, lo que tiene enormes implicaciones políticas.

Si el caso es apelado ante la Corte Suprema de Carolina del Norte, el partido republicano tiene una mayoría de 5-1. Si la corte empata 3-3, la decisión del panel de tres jueces se mantendrá. Además, el caso podría regresar a un tribunal federal, lo que indicaría que la batalla legal sobre estos votos impugnados podría continuar.

Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com