La detención de un padre de familia, mientras se dirigía a su trabajo en Charlotte, resalta una creciente preocupación entre la comunidad indocumentada: el temor a ser deportados mientras realizan actividades cotidianas. El detenido no tenía historial criminal, lo que intensifica el sentimiento de vulnerabilidad en inmigrantes.
“Nuestra familia fue injustamente separada”
José Martínez, de nacionalidad mexicana, se dirigía a su trabajo en construcción con tres de sus compañeros el 14 de mayo en Central Avenue, en Charlotte, cuando fue detenido por oficiales del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). Según su familia, no se le permitió ejercer sus derechos durante la detención.
“Él no tenía un récord criminal y al tratar de decir a los agentes de inmigración sobre sus derechos, se negaron a escucharlo y a respetar sus derechos. Yo recibí la videollamada inquietamente de mi esposo a las 7:30 a.m., quien estaba asustado. Me avisó que fue detenido con sus tres compañeros. La llamada duró segundos y asustado colgó”, informó la esposa de José, quien, por seguridad, prefirió mantenerse en el anonimato.
La carta de la latina que fue leída por miembros de la organización Carolina Migrant Network durante una rueda de prenda el 19 de mayo en el Charlotte is Home Center. En el escrito, relató cómo desde ese día sus hijos, especialmente los más pequeños, se preguntan por qué su papá todavía no ha regresado a casa.
“Este proceso es triste, desgastante e injusto. Mis hijos pequeños no entienden por qué su padre no está con ellos, es muy frustrante tratar de explicar que solo fue a trabajar y aún no ha llegado. Ese día, nuestra familia fue injustamente separada… Mi esposo es un hombre trabajador y responsable, quien ha logrado sacar a su familia adelante”, agregó.
Dos días sin comer y lejos de su familia
José es padre de diez hijos. Su hija, Johanna Martínez, contó que se enteró de la detención mientras se encontraba en Columbia, Carolina del Sur. Relata que, a pesar del impacto emocional, condujo hasta Charlotte para estar con su familia y buscar información sobre el paradero de su padre.
“Andaba llorando bastante y gritando, porque nunca pensaba que eso iba a pasar, que iban a agarrar a mi papá. Él nunca ha cometido ningún crimen. Siempre anda siguiendo las leyes y todo”, informó.
Agregó como desde ese momento intentó navegar por un sistema migratorio “roto” e “insensible”, incluyendo conducir seis horas para visitar a su padre en el Centro de Detención de Inmigración Stewart, en Georgia. En donde fue trasladado su padre.
“Desde su detención, me ha costado dormir, atormentada por la idea de que pudo haber estado sin comer durante días y que está sufriendo mientras está detenido. Por primera vez en mi vida, vi llorar a mi padre. El hombre que siempre fue nuestra roca, nuestro proveedor, fue reducido a lágrimas, y eso destrozó nuestros corazones. Las operaciones de ICE son actos de violencia”, acusó.
La familia de José denuncia que pasó casi dos días sin comer durante el traslado
“A él lo llevaron a Homeland Security. Después de ahí, en la madrugada lo llevaron a Alamance County Detention Center, que está dos horas, está en Graham, Carolina del Norte. Y después, allí, llamando para preguntar lo que tengo que hacer, dijeron ‘está en camino a Georgia, pero tardaron casi dos días para llevarlo a Georgia sin comer, ni nada”, dijo Johanna.
¿Estar bajo custodia de ICE limita los derechos de los inmigrantes?
Muchas de las personas que son detenidas por autoridades de inmigración en Carolina del Norte son trasladadas a Folkston ICE Processing Centre o Stewart Detention Center en Georgia, en donde se les inicia el proceso de remoción o deportación.
Según el abogado Marty Rosenbluth, quien representa a inmigrantes en procesos de deportación, independientemente de las causas que lleven a un inmigrante a estar recluido en un centro de detención, este cuenta con derechos que en la práctica se ven obstaculizados, en especial, en el Stewart Detention Center debido a su aislamiento geográfico. Este queda ubicado en 146 Cca Rd, Lumpkin, GA 31815.
“Este centro de detención es que está en el medio de la nada. No hay transporte público para poder llegar a aquí, entonces es muy difícil poder visitar a sus familiares, incluso a nosotros los abogados también nos cuesta. Este aislamiento es un gran problema, porque las personas quedan separadas de sus seres queridos y algunas veces sin posibilidad de verlos”, comentó Rosenbluth.
“Los centros de detención de inmigración no son lugares diseñados para que las personas estén allí por mucho tiempo. Lo único que puedes hacer es estar encerrado todo el día pensando en tu familia, en toda la gente que está afuera, en que tienes que salir otra vez para ayudar a tu familia. Entonces para muchas personas es una tortura psicológica”, dijo Rodney a La Noticia, quien estuvo detenido en Stewart Detention Center durante 13 meses.
Familia lucha para reunirse con su padre detenido por ICE
Este caso también resalta las condiciones del proceso de visita en el centro de detención en Georgia. Johanna contó que parte de las barreras del sistema migratorio, para ver a sus padres son:
- Los largos tiempos de espera
- La necesidad de conocer el número de identificación de inmigrante o “A number” del detenido y,
- La limitación de una sola visita por semana.
“Ellos te dicen a qué horas puedes venir, pero yo tenía que esperar como casi dos o tres horas. Pero hay gente que me han dicho que han esperado cuatro o cinco horas. La primera vez puede hablar con él 50 minutos y la segunda como una hora con 20 minutos, no pasa de eso. Yo hablé con él el sábado (17 de mayo) y el domingo (18 de mayo), porque el domingo ya cuenta como la siguiente semana”, explicó.
La familia ha contratado un abogado y espera poder lograr su liberación. Además, iniciar una campaña por GoFundMe para cubrir los gastos de esta batalla legal. Mientras tanto, mantienen la esperanza de verlo libre.
“Padre, te quiero bastante. Siempre nosotros vamos a estar ahí apoyándote. No importa lo que sea. Ya sé que tardé seis horas para llegar a Georgia, pero cada fin de semana voy a ir a visitarte y vas a salir pronto. Con Dios a nuestro lado él va a salir”, fue el mensaje que Johana envía a su padre.