La pandemia reveló profundas inequidades en el acceso a la salud, especialmente para los latinos, quienes, durante la época y aún hoy en día, enfrentan barreras significativas en la atención médica. Esto dijeron expertos y líderes comunitarios de Carolina del Norte, en el foro “Lecciones aprendidas del COVID-19: Implicaciones para la salud en las comunidades latinas”.
El evento se realizó en el Departamento de Salud del Condado de Mecklenburg, el 25 de septiembre, y reveló una urgente necesidad de abordar los problemas que los latinos enfrentan en términos de acceso a la salud.
Las barreras no desaparecieron tras la pandemia
Según el equipo de trabajo de la Escuela de Medicina de Wake Forest University, entre las principales barreras que afectaron a la comunidad latina para que esta acudiera a vacunarse o a realizarse pruebas del COVID-19, estuvieron:
- La desinformación
Existió y, aún existe, información contradictoria circulando en las redes sociales, la cual fomentó la creencia en teorías de conspiración, generando desconfianza sobre las vacunas.
En el foro se habló que también hubo factores religiosos que acrecentaron el problema de la desinformación: “La desinformación fue perpetuada por algunos líderes religiosos, lo que generó cierta tensión entre las fuentes de información y su credibilidad”.
2) Acceso limitado a servicios
Se mencionó la brecha geográfica en zonas rurales, así como el horario limitado de los centros de vacunación y la falta de servicios e información en español.
3) Temor
Desde el temor a perder el empleo por un resultado positivo de COVID-19, hasta problemas de documentación, en especial en familias mixtas donde algunos de sus miembros eran indocumentados. Incluso, dijeron los participantes, se percibió discriminación en los centros de vacunación relacionados con el estatus migratorio, la etnicidad y las barreras del lenguaje.
Crisis de salud mental en la comunidad latina
De acuerdo con líderes comunitarios locales que participaron en la conversación, la pandemia también reveló la fragilidad de la salud mental en la comunidad latina, la cual se acentuó por la escasez de recursos bilingües y apoyo para personas indocumentadas.
“El COVID desnudó las falencias que hay en nuestra comunidad al respecto. Ahora el gran desafío que tenemos es la salud mental y la escasez de recursos para personas que no pueden pagar un terapeuta… necesitamos algo más pronunciado que apoye a más personas y crear conciencia, porque hay un montón de estigma”, dijo Daniel Sostaita, pastor de la Iglesia Cristiana sin Fronteras (ICSF) en Winston-Salem, uno de los participantes.
Sostaita formó parte de los “Navegantes” de Nuestra Comunidad Saludable, un servicio de intervención que busca aumentar el número de latinos que se vacunen y cuiden su salud. En él participaron 10 miembros, quienes recibieron una capacitación sobre el COVID, las vacunas y sus efectos.
“Seguimos viendo la problemática pospandémica que dejó el hacinamiento, la depresión, la ansiedad y que las personas no están buscando una solución para las enfermedades mentales”, añadió Rocío Celis, miembro de este grupo de Navegantes.

¿Qué soluciones proponen?
Los participantes del foro propusieron las siguientes acciones:
- Campañas educativas que informen sobre la salud mental, sobre los recursos médicos que existen, como las clínicas a bajo costo. Que se utilice en estas campañas un lenguaje sencillo y accesible.
- Alianzas entre las organizaciones para maximizar el alcance a los latinos.
“En el futuro, si se llega a necesitar vacunar, que no solo se haga eventos, sino que se llegue a casa por casa, porque hay comunidades latinas muy tímidas que no participan en los eventos. Simplemente, no va a llegar por su timidez o por miedo”, propuso la líder comunitaria, Mónica del Cid.
- Aumentar los servicios de traducción.
- Información personalizada sobre los efectos secundarios de las vacunas en pacientes con diferentes condiciones de salud.
- Horarios flexibles en los servicios de salud para que se adapten a las rutinas laborales de la población latina.
- Difusión activa de información validada a través de redes sociales y grupos de conversación (WhatsApp).
“Crearemos breves políticas que capturen las necesidades y prioridades de la comunidad latina… Carolina del Norte necesita abordar mejor estos problemas, para contar con una estrategia que haga una diferencia”, dijo a La Noticia, Scott Rhodes, científico, profesor y presidente del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de Salud de Wake Forest University.
Noticias que podrían interesarte:
- Organizaciones latinas se unen para ayudar a afectados por el huracán Helene
- Excelente Awards 2024: Un tributo a 26 años de logros de la comunidad latina en Charlotte
- Carolina del Norte: Gobernador veta ley considerada antiinmigrante