En el condado de Watauga, entre las montañas de Carolina del Norte, se encuentra un hermoso lugar que atrae a los visitantes: Blowing Rock. Y fue precisamente su encanto lo que lo llevó a ser reconocido no solo uno de los mejores sitios del sur ideales para conocer, sino "el mejor".
La revista Southern Living, en su ranking de "La mejor ciudad pequeña de cada estado del sur 2024", escogió a este pintoresco pueblo en referencia a Carolina del Norte. Destacó su fácil acceso a través de la Blue Ridge Parkway que permite rodearse de hermosos paisajes, además de dos encantos imperdibles al llegar: los helados de Kilwin's y apacibles lugares para cenar. Además, menciona:
"Cuenta la leyenda que la autora Jan Karon basó su serie Mitford en Blowing Rock: visítala y experimenta el encanto por ti mismo".
Hay que decir, sin embargo, que Blowing Rock tiene mucho más. Visite esta guía de atracciones de Blowing Rock.
¿Por qué Blowing Rock es el mejor pueblo de Carolina del Norte?
De acuerdo con la guía turística de Blowing Rock, este lugar tiene muchos atractivos para los montañistas, que disfrutan de hacer senderismo. En otoño, es una de las épocas más hermosas, debido a que se pueden aprecian las hojas con sus tonos color amarillo y naranja. No obstante, el lugar es famoso durante el verano, pues su historia se hizo famosa con los primeros turistas que arribaron en esta estación por su frescura por estar en las montañas.
Por otro lado, una oferta de más de 30 restaurantes ––buena cantidad para ser un pequeño pueblo––, presenta diversidad de opciones a la hora de comer. También cuentan con una vasta cantidad de casi 100 tiendas y boutiques, brindando alternativas como un centro de compras.
Pero si lo suyo es vacacionar, puede escoger dónde hospedarse entre numerosos hoteles y posadas donde abunda la hospitalidad. En su estadía en Blowing Rock habrá opciones para distraerse con paseos, festivales, atracciones artísticas y culturales y más.
Esta es la historia de Blowing Rock
Blowing Rock tiene una interesante historia que se remonta antes de 1752, cuando el obispo moravo August Gottlieb Spangenberg visitó la zona y escuchó una famosa leyenda. Esta historia cuenta sobre dos amantes de tribus rivales, Cherokee y Catawba, cuyo amor fue desafiado por el deber tribal. La tragedia y la magia se entrelazan cuando el viento lleva al amante que se lanzó desde el acantilado de regreso a los brazos de su amada, convirtiendo el lugar en un punto destacado de la historia local.
A mediados del siglo XVIII, la llegada de los escoceses-irlandeses marcó el comienzo de la colonización en Blowing Rock, atrayendo a colonos, agricultores y cazadores que buscaban establecerse en las montañas de Carolina del Norte. Con el tiempo, el área se convirtió en un refugio de verano para residentes de lugares cercanos como Lenoir, atrayendo a más visitantes y propiciando el desarrollo de la industria turística, con la construcción de hoteles y pensiones para alojar a los viajeros.
El crecimiento de Blowing Rock continuó con la introducción del automóvil y la mejora de las carreteras, convirtiéndolo en un destino popular tanto para residentes permanentes como para turistas.
Hoy en día, Blowing Rock conserva su encanto histórico y se esfuerza por preservar su patrimonio, mientras ofrece a sus 1,500 residentes de tiempo completo y los alrededor de 8,000 residentes de verano, un escape tranquilo con vistas impresionantes, actividades al aire libre y una próspera comunidad local.