El ex alguacil del condado de Buncombe, Matthew Lund, y su esposa, Aimee Lund, libraron casi todos los cargos que enfrentaron en un caso de abuso infantil y sólo se les encontró culpable de uno.
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La pareja Lund evitó todos los cargos graves tras el juicio
De esta forma, la pareja fue declarada culpable de abusar de un niño, pero antes enfrentaron un juicio por ocho cargos por presuntamente contribuir a la delincuencia de menores.
Así, todos los cargos fueron delitos menores, por lo que Matthew Lund, de 37 años, será puesto en libertad condicional sin supervisión por un año.
Por su parte, Aimee Lund, de 40 años, estará en libertad condicional supervisada hasta que pague una multa de $100 y los costos judiciales. Una vez que se pague, su libertad condicional no estará supervisada.
“No sé qué monitorear”, dijo la jueza del tribunal de distrito, Patricia Young, durante la sentencia, al discutir si la libertad condicional debe ser supervisada o no supervisada.
El niño vinculado a este juicio ya no está bajo el cuidado de los Lund. Así también, Ted Besen, el abogado que representó a la pareja dijo que una libertad condicional supervisada podría amenazar el estatus de ambos frente a las autoridades.

¿De qué se les acusaba a la pareja de Matthew y Aimee Lund?
Antes del juicio, los Lund fueron acusados de encerrar a niños en dormitorios, restringir su acceso a comida, agua y baño. Además, obligaron a un niño a dormir en una tienda de campaña y cerrar con clavos las ventanas de los dormitorios.
Durante las declaraciones finales, los abogados defensores Besen y Catherine Pérez dijeron que no había testimonio de lesiones físicas a ningún niño o de que los niños estuvieran desnutridos, entre otras cosas.
Supuestamente, ese niño fue obligado a dormir en una tienda de campaña equipada con bridas y castigado por problemas en el baño que a veces terminaban con orina y heces en el piso de un dormitorio.
Otro testimonio reveló que el niño fue castigado con un cinturón después de "usar el baño" en un recipiente. Young creía que los Lund sabían que "cruzaron la línea" en su manejo de los problemas con ese infante.