Los sobrevivientes del 11 de septiembre tienen algo en común: recuerdos indelebles de los ataques terroristas de ese día. Esos problemas también afectan a los latinos, quienes también han tenido que atravesar los episodios de trauma que dejó el 9/11 en sus vidas.
En una entrevista a The Associated Press (AP), el latino Will Jimeno expresó que aún permanece con trastorno de estrés postraumático, luego de dos décadas de los atentados perpetrados por el grupo terrorista Al Qaeda.

"Nunca desaparece para aquellos de nosotros que estuvimos allí ese día", le dijo a AP.
Luego de sobrevivir, se sentía enfurecido por cosas triviales. Le dijo a AP que se trataba de la ira acumulada por la muerte de los colegas y civiles que fallecieron en el lugar.
Pensó en el suicidio y confiesa que le tomó tres años y varios terapeutas disminuir su rabia. Hoy en día sigue adelante y ha escrito libros testimoniales.

Cicatrices
Además de las huellas mentales, las cicatrices aún permanecen en su cuerpo. Jimeno era un policía novato en aquel entonces y estuvo enterrado en la oscuridad bajo seis metros de escombros de ambas torres.
Un muro cayó sobre su costado izquierdo y otros escombros cayeron sobre su brazo. Aún usa una banda ortopédica y tiene una hendidura del tamaño de una moneda en su pierna izquierda.

Limpiadores
Pero las víctimas no han sido solo las que quedaron sepultadas, también quienes ayudaron a limpiar el desastre.
Ese es el caso de Franklin Anchahua, un latino indocumentado que limpió montañas de polvo en oficinas, apartamentos y hasta una parroquia en el bajo Manhattan tras los atentados.

Sus labores duraron semanas y le dejaron consecuencias años después. "Sentía un ardor estomacal tremendo. Necesitaba un tratamiento médico, de un especialista. También tenia problemas de respiración", dijo el peruano a AP.
La gravedad de sus síntomas se presentó en 2011 y aunque tenía mucho miedo de ir al hospital por su estatus migratorio, no le quedó de otra cuando el dolor se volvió insoportable.

Anchahua y otros latinos que limpiaron los alrededores de las Torres Gemelas han pedido un estatus legal migratorio en Estados Unidos desde hace años como compensación por su duro trabajo y los problemas de salud que les acarreó hacerlo.
"Es difícil encontrar trabajo aquí sin estatus migratorio (...) Los abogados que nos ayudaron hace tiempo nos dijeron que nos llegarían nuestros papeles, pero mire, 20 años después y no tenemos nada",
expresó el peruano a AP.

Para más información, suscríbete a nuestro Newsletter. La Noticia produjo esta nota con información de The Associated Press (AP).