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Muro fronterizo de Fisher no pasó la primera prueba metereológica
Fotografía del domingo 26 de julio de 2020 proporcionada por el Centro Nacional de la Mariposa del daño causado por la tormenta tropical Hanna al muro fronterizo Fisher, una valla financiada por particulares en el Río Bravo cerca de Mission, Texas. (The National Butterfly Center vía AP)

El muro fronterizo Fisher que se construyó para separar Texas de México no pasó la prueba meteorológica de la tormenta Hanna. La erosión no se hizo esperar ante el impacto de la lluvia y los vientos que azotaron el área.

El Servicio Nacional de Meteorología calcula que cayeron entre 38 y 43 centímetros de lluvia cerca de la valla durante el paso de Hanna. Los vientos rondaron los 53 km/h (33 mph).

El resultado del impacto fueron grandes zanjas en el terreno contiguo a la valla, que fue erigida junto al Río Bravo (o Grande), que separa a Texas de México.

Aunque todavía están en pie los postes de la valla, algunos de los huecos frente a ella tienen varios pies de profundidad. Esto indica que parte de la barrera podría volverse inestable.

Muro fronterizo Fisher, una estructura ya mal calificada

Hace varias semanas el mismo presidente Donald Trump había criticado la estructura vía Twitter. No estaba de acuerdo con hacer esta sección muy pequeña del muro, en un área difícil, escribió Trump. Sólo se hizo para hacerme quedar mal.

Estas declaraciones contradijeron las del exsecretario de Estado de Kansas, Kris Kobach. El presidente ha elogiado varias veces conmigo a We Build the Wall, dijo recientemente.

¿De dónde salió el muro?

La construcción del muro está a cargo de Fisher Industries, una compañía afincada en Dakota del Norte. El proyecto ha sido promovido por We Build the Wall (Nosotros Construimos el Muro), un organismo fundado por partidarios de Trump. El grupo ha recolectado más de 25 millones de dólares en línea.

Fisher Industries instaló bolardos para la valla a sólo 10 metros (35 pies) del Río Bravo, eso es más cerca del río de lo que el gobierno suele construir barreras fronterizas. En ese sentido, la organización National Butterfly Center (Centro Nacional de la Mariposa) demandó a We Build the Wall y a Fisher Industries con el argumento de que los trabajos desviarán el flujo del Río Bravo y causarán nuevas inundaciones en ambos lados.

En su defensa, Tommy Fisher, director general de la compañía, dijo que la erosión podría desaparecer una vez que el terreno tenga césped plantado o sea reemplazado con material sintético. Fisher, también aseguró a mediados de mes que el muro se mantendrá durante 150 años.

Información de AP.

Lic. en Comunicación Social. MBA en Mercadeo. CEO de Link BTL. Disfruto de leer y escribir. Soy madre y esposa agradecida con la vida. jgimenez@lanoticia.com