El mundo amaneció este jueves con la mirada puesta en la guerra entre Rusia y Ucrania que empieza a cobrar sus primeras víctimas.
Según Oleksiy Arestovych, asesor del presidente de Ucrania, al menos 50 personas han fallecido en las primeras horas tras el ataque. De ellos, 40 serían soldados y 10 civiles. Ademas, hay decenas de heridos cuya cifra exacta aún no se precisa.
Arestovych confirmó las primeras bajas militares y civiles, pero no descartó que el número sea mayor.
A medida que avanzó el primer día de ataque el Ministerio de Salud actualizó la cantidad de muertos a 57. También informó que son 169 las personas heridas sin que se detallara la relación entre uniformados y civiles.
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Ciudades se adecúan a la guerra Rusia-Ucrania
A pesar de que el foco es militar y no civil, tras el sonar de las sirenas que avisaron el ataque ruso las personas se apresuraron a salir de la ciudad de Kyiv, capital de Ucrania. Las estaciones del metro se convirtieron en refugios improvisados ante el miedo de la invasión.
Luego de las explosiones iniciales se oía gente gritando en las calles. Pero después regresó una sensación de normalidad, con autos circulando y gente caminando por la calle mientras los desplazamientos rutinarios de la mañana parecían comenzar con relativa calma.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, cortó las relaciones diplomáticas con Rusia y declaró la ley marcial. Instó a los ucranianos a quedarse en casa y no entrar en pánico, mientras las autoridades informaban de ataques aéreos y de artillería contra objetivos en distintos puntos del país.
Zelenskyy dijo que habló con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y que Washington estaba recabando apoyo internacional para Ucrania. Al mismo tiempo, el líder ruso, Vladimir Putin, advirtió a los países que cualquier intento de intervenir tendría "consecuencias que nunca han visto".