En Guerrero, México, dos personas en diferentes lugares decidieron quitarse la vida tras ser diagnosticados con COVID-19.
El primero fue un hombre que estaba internado en un hospital privado de Acapulco, quien saltó del segundo piso por una ventana. Su cuerpo quedó tirado en la banqueta de la Costera Miguel Alemán.
La segunda persona fue registrada el pasado 2 de junio en Chilpancingo. Se trató de una enfermera, que estaba en aislamiento en cuarentena. Según los informes, cayó en un fuerte cuadro de depresión tras lo vivido en los últimos meses, siendo lo último el contagio.
La mujer de nombre María del Carmen Galeana, del Hospital General de Chilpancingo, decidió quitarse la vida tras un par de semanas intensas con síntomas.
La depresión y el COVID-19
No son los primeros casos asociados a la depresión y la enfermedad de COVID-19; pues en todo el mundo se han dado casos de suicidio.

Y es que al contagiarse, y sentir la soledad del aislamiento y el aumento de síntomas, varias personas han decidido que no quieren sufrir y llegar al grado de la intubación, por lo que se han quitado la vida.
Además que aunque muchas personas no estén contagiadas, el aislamiento les genera depresión y ansiedad, por lo que muchos deciden salir a la calle pese a los riesgos que pueda representar.