¿Recuerdas “El mundo de Beakman”? El programa de televisión protagonizado por el carismático científico que explicaba temas de ciencia de una forma digerible y divertida junto con su asistente y una rata gigante.
Justo en estos tiempos de tanta desinformación acerca del coronavirus y las vacunas para combatirlo, se extraña a Beakman, quien tenía la capacidad de explicar la ciencia de una forma sencilla y entretenida, varias veces con ayuda de divertidos experimentos.
Afortunadamente, antes de que el show saliera del aire en 1998, Beakman ya había explicado qué es un virus y cómo funcionan las vacunas. Los episodios fueron recordados por los internautas que comenzaron a compartir los videos del científico con el fin de que la gente que está en contra de las vacunas de COVID-19 pueda asimilar la información de una forma más agradable.
De acuerdo a Beakman, así funcionan los virus:
1. Los virus se adhieren a nuestras células, lo que provoca que nos enfermemos.
2. En respuesta, las células blancas del organismo producen anticuerpos, los encargados de luchar contra el virus.
3. Anticuerpos y células blancas luchan contra el virus.
4. Cuando nuestras células blancas y anticuerpos derrotan al virus, recuperamos de la enfermedad.
Algunos de estos virus son tan agresivos y se adhieren tan rápido a nuestro organismo que nuestro sistema inmunológico no alcanza a reaccionar de la mejor manera. Fue así que se inventaron las vacunas y gracias a ellas, la humanidad no padece de graves enfermedades.
¿Cómo funcionan las vacunas?
Según Beakman, las vacunas tienen la siguiente función:
1. Las vacunas son creadas con un virus destruidos o debilitado. Únicamente se utiliza a una parte muy específica y particular de ese virus.
2. El medicamento engaña a nuestro cuerpo, que cree que el virus lo está invadiendo.
3. De inmediato, las células blancas entran en acción y generan anticuerpos.
4. Los anticuerpos entran en alerta y cuando detectan la presencia del virus, lo atacan.
5. Rodeado por los anticuerpos, el virus no podrá adherirse a nuestras células.
De esta forma, y como lo explica Beakman, podemos concluir que las vacunas engañan a nuestro cuerpo haciéndole creer que está infectado con el virus, lo que provocará que el organismo genere anticuerpos. Cuando el virus ingrese, los anticuerpos lo rodearán y no permitirán que se adhiera a las células.