Al inmigrar a Estados Unidos, muchos profesionales se encuentran limitados de ejercer su profesión por problemas de acreditaciones de títulos, falta del dominio del inglés, falta de conocimiento de la cultura o, en el caso de muchas familias, por no contar con el apoyo necesario para el cuidado de los hijos. Estos sin dudas son desafíos significantes que ponen al inmigrante profesional en una situación desventajosa.
Trabajos menos calificados
La respuesta a estas limitaciones son varias. Una alternativa es hacer un trabajo menos calificado para lo que una persona se haya preparado profesionalmente. Así es como puede darse el caso de un doctor trabajando como auxiliar en una clínica, o una maestra de grado trabajando de asistente.
En estas situaciones la persona enfrenta la pérdida de status profesional y tal vez baja remuneración. La manera en que una persona resuelve realizar un trabajo de menos requisitos es personal. Los sentimientos de pérdida de prestigio profesional pueden ser transitorios para algunos, o puede ser permanente para otros.
Cualquiera sea la manera que una persona decida percibir este cambio de estatus, hay una realidad, que a menos que una persona sea contratado para inmigrar por determinada calificación laboral, la pérdida de prestigio laboral ocurre naturalmente debido a que las reglas de juego son diferentes al país de origen. Esto es importante tenerlo en claro dado que permaneciendo en el sentimiento de pérdida de estatus sin tomar la iniciativa de o bien aceptarlo o de re- iniciar, puede recrudecer el sentimiento de frustración.
Validación de títulos
Si desea validar las credenciales de títulos, uno debe estar preparado y saber que navegar a través de las normas, reglamentos y requisitos para obtener acreditaciones puede ser un proceso difícil, costoso y desafiante para los profesionales que recibieron su formación fuera de las fronteras de Estados Unidos, y aun así obteniendo las credenciales, dichos profesionales deben estar preparados a comenzar desde el nivel de principiantes.
Este camino vale la pena recorrerlo si la profesión ocupa un lugar muy importante en la vida de una persona.
Replantear prioridades
Por otro lado, en este proceso de pérdida de status
conviene evaluar el concepto que tenemos de ello, ya que como sabemos cualquier persona que haga cualquier tipo de trabajo digno, es merecedor de respeto y hacer un trabajo menos calificado puede ser una cuestión transitoria para quienes desean luchar por la acreditación de sus títulos, o puede ser el trabajo definitivo si una persona así lo determina en el que podría encontrar nuevas recompensas como un trabajo menos estresante, de menos carga horaria, con más flexibilidad horaria para atender las necesidades de la familia, o simplemente por proveer un mejor ambiente laboral.
Aceptar el cambio de estatus como consecuencia natural de moverse a otro país puede ayudar a navegar el proceso de adaptación a las nuevas circunstancias.