Michael Jordan no solamente es considerado como el mejor basquetbolista de la historia, también es un exitoso empresario con una fortuna que ronda los $2.2 billones de dólares, de acuerdo a la revista Forbes.
Apenas tres años tenía de haber acabado con su carrera, cuando decidió en la campaña 2005-2006 unirse como parte de un grupo inversor de los entonces Charlotte Bobcats.
La idea de regresar al lugar donde comenzó todo tras su exitosa etapa con la Universidad de North Carolina, lo llevó a mantenerse ligado a la NBA, aunque ahora como parte de los dueños.
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Un lustro después, ‘MJ’ le compró el equipo a Bob Johnson por una cifra aproximada de $180 millones.
Década y media después, se ha convertido en uno de los grandes negocios del deporte estadounidense al contar ahora la franquicia con un valor de $1.5 mil millones, de acuerdo a la valoración de equipos de Forbes.
Si bien en el aspecto económico ha sido una gran inversión para el ganador de seis anillos de campeón de la NBA, en lo deportivo se ha quedado muy corto de las expectativas que se generaron a su llegada.
Los ahora Hornets de Charlotte solamente se han metido a los playoffs en dos oportunidades desde la llegada de Jordan, que fue en las campañas 2010-2011 y 2015-2016.
En ninguna de las dos ocasiones fue capaz de ganar una serie de postemporada.
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En esta ocasión la quinteta de Carolina del Norte puede volver a meterse entre los ocho equipos con opciones de ganar el título de la Conferencia Este, aunque antes deberán sortear el play in que los empareja con los Atlanta Hawks.
La presencia de Michael Jordan como dueño de los Hornets le ha dado un valor económico más que importante a un equipo que dentro de las duelas ha cosechado muchos más fracasos que éxitos.