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La violencia doméstica sigue causando estragos en Carolina del Norte.

Recién una madre embarazada de 34 años y su hijo por nacer murieron en un tiroteo que, según informes, fue provocado por su esposo.

Los investigadores dicen que Sarah Lewis —cuyo cuarto hijo nacería en Navidad— recibió un disparo el domingo 20 de diciembre por la noche.

El asesinato ocurrió en su casa de Fayetteville, Carolina del Norte.

Su esposo, Keith Lewis, sargento de personal de 31 años, era un miembro del Comando de Operaciones Especiales del Ejército de los Estados Unidos estacionado en Fort Bragg.

Embarazada murió impactada de bala

El militar le disparó y luego se quitó la vida, según recopilaciones de la policía.

"Es un shock total. Es como una película de terror”, dijo Tammy De Mirza, tía de Sarah Lewis.

"Era vivaz, divertida, alegre y tolerante y realmente tenía un corazón para servir”, comentó al Canal 6.

Los familiares dicen que la mujer de 34 años estuvo en el ejército hasta que tuvo su primer hijo y se convirtió en paramédico.

Keith Lewis era su segundo marido, con quien tenía una hija de 3 años y una en camino.

“La amo y me niego a dejar que su recuerdo sea el de una víctima”, dijo De Mirza.

El militar era violento al alcoholizarse

De Mirza admitió que no tenía idea de la presunta violencia doméstica en el hogar.

Pero dijo que Keith Lewis estaba tomando medicamentos para el trastorno de estrés postraumático y se volvía violento cuando bebía alcohol.

Según los informes, amenazó la vida de su esposa embarazada varias veces.

"No fue solo la pérdida de Sarah, sino de un bebé que está completamente formado y nacería en tres días", dijo De Mirza.

De Mirza espera que la muerte de su sobrina sea un mensaje para que otras personas que enfrentan el abuso doméstico y busquen ayuda.