Airbnb dice que está tomando medidas enérgicas contra las llamadas casas de fiestas en todo el Triángulo, a medida que la pandemia de COVID-19 continúa empeorando. Y esto le va a costar algo de dinero a los anfitriones.
“Como parte de este esfuerzo, 21 anuncios en la región que han recibido quejas o violado nuestras políticas sobre fiestas y eventos han sido suspendidos de la plataforma Airbnb”, anunció la compañía que trabaja con propietarios de viviendas en Carolina del Norte el miércoles 16 de diciembre por la mañana.
Las fiestas ya estaban prohibidas en los listados de Airbnb en todo el mundo.
“A medida que los casos de COVID-19 continúan aumentando en todo el estado, es más importante que nunca que hagamos nuestra parte para reducir la cantidad de fiestas y grandes reuniones que podrían propagar el virus”, dijo Viviana Jordan, gerente de políticas públicas de Carolina del Norte para Airbnb, en el anuncio. "Al compartir estas acciones hoy, esperamos generar una mayor conciencia sobre nuestra línea de apoyo a los vecinos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que ayuda a fortalecer la aplicación de nuestra prohibición mundial de fiestas".
Los propietarios de las 21 fiestas afectadas han sido notificados, dijo la empresa. No serán identificados públicamente "por respeto a la privacidad de los anfitriones y propietarios", dijo Airbnb.
"La gran mayoría de los anfitriones en Carolina del Norte contribuyen positivamente a sus vecindarios y a la economía local, y también toman medidas importantes para ayudar a prevenir fiestas no autorizadas, como establecer reglas claras, horas de silencio y comunicarse por adelantado con sus huéspedes", Airbnb adicional. "Nuestras acciones de hoy se dirigen a la pequeña minoría de anfitriones que previamente han recibido advertencias sobre hospedaje responsable o han violado nuestras políticas".
La represión sigue a las recientes declaraciones de Airbnb de prohibiciones a ciertos huéspedes para reservas de una noche y también restricciones para inquilinos menores de 25 años.
Airbnb se ha convertido en un gran negocio en Carolina del Norte, pagando más de $20 millones en impuestos y tarifas al gobierno estatal y local, según cifras de la compañía.