Una joven abogada recién graduada, consiguió su primera gran éxito en esta carrera, pues logró la libertad de un hombre que estuvo preso 32 años por un delito que no cometió.
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Thomas Raynard James llevaba más de tres décadas en la cárcel alegando que era inocente del delito de asesinato por el cual fue sentenciado. Su vida cambió cuando Natlie Figgers decidió tomar su caso.
La mujer con solo dos años graduada de la facultad de derecho, fue abordada por dos amigos que le pidieron dinero para su defensa y le contaron la historia de Raynard, de quien estaban seguro era inocente.
Figgers escuchó el caso y aunque ella se especializaba en lesiones personales y comerciales, al saber que ningún abogado penalista quería tomar el caso, decidió hacerlo ella.
Pese a los pocos honorarios (motivo principal por el que ningún abogado tomaba el caso), la mujer decidió que era hora de que se hiciera justicia y "Jay" (como lo conocen sus amigos), volviera a la libertad.
El hombre fue liberado después de 32 años
Tras revisar evidencias y recopilar información después de dos años de trabajo consiguió demostrar que no había evidencias de que James hubiera cometido ese delito.
“No pude parar hasta que él estuvo fuera” dijo a NBC.
Llamó a las personas que testificaron en el asesinato de Francis McKinnon en 1990 y otras personas relacionadas con el caso, conduciendo cientos de millas para recopilar información y hablar con al menos 75 personas sobre el caso en persona. Dijo que registró más de 2,000 horas investigando y entrevistando a personas para construir el caso de James.
La mujer consiguió recopilar información suficiente para demostrar que James no había estado en la escena del crimen y que lo estaban confundiendo. Finalmente el hombre fue liberado el pasado 27 de abril.
"Nunca le pedí a nadie que creyera lo que estaba diciendo", dijo James. "Lo que hice fue decir que todos y cada uno simplemente admitieran que si lo que estaba diciendo era cierto, que había sido condenado erróneamente. Pero la única forma en que puedes llegar a esa conclusión es profundizar en las profundidades de mi situación. Natlie Figgers lo hizo. Le debo mi vida".