Las iglesias del país vuelven a estar en el ojo del huracán, luego de que las denuncias por abuso sexual en su contra aumentaron.
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Cuando parecía que, tras la aparición del movimiento #ChurchToo en 2017, las iglesias iban a tener claridad y acciones para evitar esto, una escalada en los casos volvió a encender las alarmas.
Y lo ejemplos abundan, los abusos sexuales y el encubrimiento en la Convención Bautista del Sur, la agrupación protestante más grande del país.
O el video en el que una mujer se enfrenta a su pastor en una iglesia cristiana por haberse aprovechado sexualmente de ella cuando era adolescente.
Y qué decir del documental televisivo que expone los abusos sexuales a niños en las comunidades amish y menonitas.
Estos casos, por solo citar algunos, volvieron los ojos de todos a las iglesias y todas esas denuncias por abuso sexual que pesan sobre ellas.
Por años, las víctimas de agresiones sexuales por parte de las diversas iglesias del país llevan pidiendo que se admitan abiertamente esos abusos.

Además piden que se trabaje con las autoridades para llevar a cabo reformas que protejan más a las víctimas y que impidan más casos.
El movimiento #ChurchToo surgió en 2017, derivado del #MeeToo, para exponer y denunciar a todos los predadores de las iglesias.
Ahora, #ChurchToo vuelve a estar en auge con la aparición de todos estos casos y denuncias.
'Para nosotros es sólo la confirmación de lo que hemos estado diciendo todos estos años. Hay una epidemia absoluta de abusos en la iglesia, en los espacios religiosos.'
Dijo Jimmy Hinton, un defensor de los sobrevivientes de abuso y ministro de la Iglesia de Cristo en Somerset, Pensilvania.
El debate se centrará esta semana en Anaheim, California, cuando la Convención Bautista del Sur celebre su reunión anual.
Dicha reunión se da después de un informe externo que concluyó que sus líderes manejaron mal los casos de abuso y dieron largas a las víctimas.