Una familia del condado de Randolph se ha mostrado molesta luego de que una policía le disparó en el hocico al perro de la familia.
De acuerdo con Kimberly Freeman, ella se encontraba en al patrio trasero de su casa, cuando la oficial Marbely Sánchez tocó la puerta delantera, pero ella no lo escuchó.
El perro de la familia, un Rottweiler de 4 años llamado Major, comenzó a ladrar al escuchar que tocaban la puerta.
Al no obtener una respuesta, la oficial Sánchez se habría dirigido a la puerta trasera, de donde el perro salió por una puerta especial para mascotas.
No está claro qué tan cerca estaba el perro cuando la oficial le disparó en el hocico.
Marbely Sánches habría ido a la casa de la familia Freeman para entregar unos documentos.
Kimberly narró que luego de escuchar el ajetreo se puso ropa y salió corriendo deseando que no le dispararan a su perro, pero solo para encontrar que justo eso es lo que había pasado.
"Queremos justicia. Queremos que nuestros bebés estén a salvo en casa. Si no pueden estar a salvo en casa, entonces, por favor díganme dónde", escribió Kimberly en redes sociales.
Kimberly aseguró el perro llora todas las noches por el dolor, que se la pasa medicado y que no cree que vuelva a ser el mismo perro hasta que le quiten la bala.
La Oficina del Alguacil del condado de Randalph se ha negado a comentar el asunto.
Por su parte, Freeman dijo que contrató a un abogado y planea presentar una denuncia formal y una demanda en contra de la oficina del alguacil del condado de Randolph por la policía que le disparó en el hocico al perro de su familia.
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