Las granjas ilegales de cannabis que han proliferado en California, representan un serio riesgo para los bosques de ese estado.
Así lo dieron a conocer autoridades estatales, y es que los traficantes de drogas cultivan, también envenenan la vida silvestre y extraen agua.
Estas prácticas no solo arriesgan a los bosques, sino que también provoca incendios.
Alrededor de la cuenca de Los Ángeles se cultiva entre el 80% y 85% de la marihuana ilegal de Estados Unidos.
Las organizaciones defensoras de los bosques de California aseguran que esos sembradíos se ocultan en tierras públicas.

Cada vez que llega la temporada de sequía, los traficantes ponen en riesgo a miles de personas.
Ya que es muy fácil que se provoquen incendios al estar completamente secas esas zonas de los bosques.
Las operaciones de cultivo en California desviaron en los dos últimos años desviaron millones de galones de agua.
Esto derivó en incendio forestal de 125,000 acres en Big Sur, además de que agregaron una especia a la lista de peligro de extinción.
Por si esto no fuera poco, la temporada de cultivar marihuana coincide con la la temporada de incendios forestales.
Tantos los oficiales que investigan los sembradíos ilegales, como los bomberos, desvían su atención a los incendios.
Gracias a eso es que siguen proliferando las granjas ilegales de cannabis poniendo en riesgo a los bosques de California.
Los cultivadores de marihuana viven en sus sitios de cultivo, ocultos durante meses.
En esos lugares introducen cigarrillos, estufas de llama abierta y fuegos de leña en los bosques secos.
En los últimos 12 años, el Proyecto CROP identificó 13 incendios forestales asociados al cultivo de marihuana.
'Los químicos son tan tóxicos, y se usan en concentraciones tan altas que varios oficiales y trabajadores de limpieza han sido hospitalizados por exposición', dijo Greta Wengert, directora ejecutiva del Centro de Investigación de Ecología Integral.