A pesar de los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos, hacerle frente a la crisis migratoria es demasiado difícil cuando no pueden controlar directamente los movimientos de gente provenientes de distintos países de América.
Cuando no provienen de Centroamérica, los migrantes llegan a la frontera entre México y Estados Unidos desde países de Sudamérica. Un ejemplo reciente fue el del martes pasado, cuando un grupo de 50 venezolanos cruzaron el Río Bravo para llegar a Texas.
Estas peregrinaciones siempre dejan imágenes impactantes, como la de doña Irma, una anciana que logró cruzar la frontera gracias a que un joven la cargó en sus hombros debido a que ya no tenía fuerzas para continuar.
Al llegar al otro lado, doña Irma fue auxiliada inmediatamente por un policía de la Patrulla Fronteriza, quien le brindó primeros auxilios. Afortunadamente, doña Irma se encuentra fuera de peligro y ahora es parte de un grupo de migrantes detenidos por el ICE, de acuerdo a versiones de varios medios.
Esta vez, la historia de doña Irma no terminó en tragedia, como ocurre en muchos casos de historias de migrantes.
Las imágenes de la anciana auxiliada por el joven son la cara la difícil situación que atraviesa Venezuela, la cual ha provocado que personas de todas las edades se unan a un éxodo de más de 5,6 millones de migrantes venezolanos, cifra que podría crecer y superar al éxodo sirio.
De acuerdo al reportero Jorge Ventura, quien estuvo presente en el lugar de los hechos, el traficante que guio a los venezolanos se quedó en el lado de la frontera de México.