El estrés o también conocido como tensión es una respuesta que produce nuestro cuerpo a cierta situación. La realidad es que, cierto nivel de estrés es necesario y nos provee energía para movernos a hacer las tareas de la vida cotidiana. El problema surge cuando el estrés se eleva a un nivel muy alto que nos paraliza.
¿Cuándo no es saludable el estrés?
Es muy importante aprender a escuchar las señales de alerta que nuestro cuerpo nos envía. A nivel físico, demasiado estrés puede provocar dolores de cabeza, dolores musculares, espasmos, en algunos casos puede hasta presentarse con dificultades para respirar y elevar la presión arterial. Eso no significa que si tiene uno de estos síntomas es porque necesariamente tiene estrés.
Siempre es importante que si sufre frecuentemente de síntomas físicos haga una consulta con su médico primario para descartar la posibilidad de alguna condición de salud.
A nivel emocional, el estrés nos produce muchas preocupaciones que afecta la capacidad para concentrarnos, nos produce mal humor, irritabilidad y nos puede llevar a un estado de depresión o ansiedad.
¿Cómo podemos manejar el estrés?
En primer lugar, identifiquemos la fuente de estrés, por ejemplo, si es el trabajo, el hogar, problemas familiares o de pareja. Esto nos puede ayudar a tomar acción para resolver la fuente de estrés.
“Pre-ocuparnos” por los problemas que tengamos no va a resolver la situación; tenemos que ocuparnos en resolver aquellas situaciones que están bajo nuestro control y aprender a sobrellevar aquellas que no podamos cambiar.
Segundo, sentarnos con lápiz y papel y anotar todas las soluciones que lleguen a nuestra mente y hacer una lista de las ventajas y desventajas de cada una de las posibles soluciones. Podemos intentar aquella solución que mejor nos resulte según nuestra lista.
Si por alguna razón, luego de intentar una solución nos damos cuenta de que no resuelve la situación, recuerden que todavía tenemos una lista de posibles soluciones que podemos seguir intentando.
A veces nos puede tomar un poco más de tiempo en encontrar la solución que mejor resuelve nuestra situación, pero lo importante es nunca rendirnos y siempre confiar de que en algún momento vamos a encontrar la mejor solución.
Otras formas de manejar el estrés
- Hacer ejercicios de relajación
- Practicar respiraciones profundas
- Dormir adecuadamente (6-8 horas diarias)
- Ejercitarse
- Distraerse
Finalmente, es importante mantener pensamientos positivos. Recuerden que la manera en que pensamos afecta nuestro estado de ánimo y también la manera en que reaccionamos a nuestra realidad.
Mantener una mente positiva, ejercitando nuestro cuerpo y fortaleciendo nuestra vida espiritual son las herramientas necesarias para enfrentar cada situación que la vida nos pueda traer.