Generalmente es más común escuchar a los adultos que a los niños y adolescentes aquejarse del estrés ya sea por circunstancias laborales, familiares, enfermedades y problemas de relación de pareja. La realidad muestra que los adolescentes sufren también de estrés y, desafortunadamente, los problemas que se generan en la escuela son las principales causas.
De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología, los adolescentes expresan principalmente síntomas de estrés manifestando irritabilidad y enojo. También pueden manifestarlo con ansiedad, nerviosismo y en menor medida con depresión.
En ocasiones se interpreta rápidamente que los adolescentes son inadaptados por expresar agresión o irritabilidad y se les penaliza sin investigar a fondo los factores que hacen a dicho comportamiento indeseado. Si no existe una comunicación abierta con los padres, el adolescente no hablara de sus problemas con ellos frustrándolos así por no poder comprender la razón de su conducta.
Jóvenes latinos
Los estudiantes latinos son aún más vulnerables de padecer estrés dado que se enfrentan a numerosos desafíos en el ámbito escolar como la barrera del idioma, problemas financieros, discriminación, falta de apoyo de los padres en la escuela y carencia de tutores escolares. Tal vez por falta de comunicación poco se hace para aliviar a los adolescentes que padecen estrés.
Recomendaciones
Algunas formas efectivas de aliviar el estrés que bien puede ser utilizado por adolescentes son:
Hablar con alguien de confianza. Hablar con una persona que nos generan confianza y con quien haya una relación de respeto mutuo hace que una situación difícil se haga más llevadera. Estas personas pueden ser los padres, profesores, consejero y ministro de iglesia, entre otros.
Es muy importante que el adolescente se sienta entendido por la persona con quien comparte su situación. Si la circunstancia es muy grave y los sentimientos de agresividad o depresión son intensos, recurrir a ayuda profesional es lo mejor.
Realizar actividades físicas, deportes, actividades relajantes como salir a caminar, andar en bicicleta, ir a un lago a respirar aire puro y exponerse al sol.
Participar en actividades sociales con amigos o familiares. A veces aislarse y pensar en la situación conflictiva no hace otra cosa que agravar los sentimientos de estrés. Salir a divertirse sanamente, ir al cine, a pasear, hacen que la mente se refresque y se enfoque en situaciones positivas.
Buscar apoyo espiritual. Estudios han demostrado que quienes cultivan activamente una vida espiritual, están mejor equipados para transitar momentos difíciles que se presentan en la vida.
Es importante recordar que el estrés en un adolescente puede impactar seriamente su rendimiento escolar. Existe evidencias que quienes padecen de estrés intenso y prolongado tienen menor capacidad para resolver problemas, como así también presentan dificultad para concentrarse y aprender.