Mientras Estados Unidos continúa luchando contra el COVID-19, numerosos estudios han concluido que la obesidad puede ser uno de los predictores más importantes de enfermedad grave por coronavirus.
Este descubrimiento sin duda afecta más a Estados Unidos que a otras naciones, dado que tiene una de las tasas de obesidad más altas del mundo. Estos estudios también muestran que las personas obesas de cualquier edad, incluidos los adultos jóvenes, corren un riesgo particular.
Ahora que parece que las vacunas de prueba contra el coronavirus están cerca de ser aprobadas, la pregunta sigue siendo si el gobierno debería abordar los factores subyacentes que conducen a casos graves de coronavirus, en lugar de solo tratar el virus en sí.
MyBioSource, una empresa de distribución de productos biotecnológicos, encuestó a 3,120 estadounidenses (mayores de 18 años) que reveló que más de un tercio (35) de los habitantes de Carolina del Norte creen que el gobierno, ya sea estatal o federal, debería actuar de inmediato en campañas para reducir la obesidad en el país.
Hacerlo podría reducir la cantidad de casos de virus agudos en el futuro y ayudar a aliviar la carga de los servicios de salud. De hecho, otros países han tomado medidas preventivas: en julio, el aumento del riesgo de COVID-19 para los ciudadanos obesos llevó al gobierno del Reino Unido a reducir la publicidad de productos de comida chatarra e introducir el cuento de calorías en los menús en un esfuerzo por abordar la pandemia de obesidad del país.
Desglosado en todo el país, se encontró que los habitantes de Nevada se sentían más fuertemente acerca de las estrategias del gobierno para reducir la obesidad con un 88 de acuerdo con esto. Comparativamente, solo 1 de cada 5 (22) habitantes de Nebraska pensó que esto era necesario.
Dado el mayor riesgo de complicaciones para las personas obesas, es tranquilizador que la encuesta haya encontrado que casi 1 de cada 5 (18) de los habitantes de Carolina del Norte admiten que la pandemia de coronavirus los ha llevado a intentar perder peso. Debido a que muchos empleados trabajan desde casa durante la pandemia, no dedicar tiempo a un viaje diario puede significar más minutos para dedicar al desarrollo de una rutina de ejercicios diaria o preparar comidas más saludables.
Además, más de la mitad (59) dijo que animaria a una pareja, familiar o amigo con sobrepeso a perder peso para reducir el riesgo de complicaciones en caso de que se infecte.
Sin embargo, de manera preocupante, la encuesta encontró que más de un tercio (34) dice que no cree que exista un vínculo lo suficientemente claro entre la obesidad y las complicaciones del coronavirus.