Termina junio, el mes del orgullo “pride month,” en el cual se celebra la diversidad y el derecho de todas las personas de la comunidad de LGBTQ1+ (siglas en inglés para referirse a “lesbian, gay, bisexual, trans, queer, intersex and more”) a ser tratadas con dignidad y respeto.
Dentro de la comunidad latina hay una gran representación de miembros de la comunidad de LGBTQ1+, que muchas veces se sienten más discriminadas debido a los valores tradicionales de nuestra cultura.
Este artículo, no tiene la intención de debatir sobre qué posición deben asumir ante las prácticas en la comunidad LGBTQ1+ porque esa posición, es muy probable que esté influenciada por las enseñanzas familiares, culturales y religiosas, además de, por experiencias personales y/o información médica o científica que hayan leído.
De acuerdo con la Asociacion Americana de Psiquiatría, desde el 1973 la homosexualidad fue eliminada del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM, por sus siglas en inglés). Esto quiere decir que para la Asociacion Americana de Psiquiatría, la homosexualidad no es considerada como un trastorno mental, a menos que sea objeto de mucha angustia emocional para la persona que se encuentre en conflicto con su identidad.
Más allá de lo que podamos pensar sobre la comunidad LGBTQ1+, es importante que reflexionemos sobre cuál es la mejor manera de acercarnos a este asunto y que refleje el amor por nuestros/as hijos/as, sin necesariamente renunciar a nuestras creencias particulares.
¿Qué NO debemos hacer si nuestro hijo/a nos confiesa que es parte de la comunidad LGBTQ1+?
- NO cerremos el canal de comunicación. Los padres y las madres son la fuente principal de apoyo emocional que pueden tener los hijos/as.
- NO tenemos que tener todas las respuestas en el momento. Está bien que le expresemos a nuestro hijo/a lo difícil que puede ser entender o comprender su identidad, pero que estamos dispuestos/as a buscar ayuda para manejar la situación.
- NO condicionemos nuestro amor. El amor es un sentimiento que es incondicional, aunque eso no significa que estemos en acuerdo con las decisiones de las personas que amamos.
¿Qué podemos hacer?
- Buscar ayuda profesional si pensamos que el asunto nos produce mucha tensión y que necesitamos un mediador que nos ayude a manejar el conflicto familiar que puede producirse.
- Si tenemos una sospecha sobre la identidad de un hijo/a y no sabemos cómo hablarles, podemos buscar ayuda profesional para que nos orienten sobre cuál es la mejor manera de hablarlo con nuestro hijo/a.
Algunos padres/madres pueden sentir preocupación y tristeza sobre cuál será el futuro de un hijo/a que es parte de la comunidad LGBTQ1+ dentro de la sociedad.
La realidad es que aún hay mucha discriminación en la sociedad hacia esta comunidad y pueden ser objeto de burlas y de prejuicios. Es por eso que es importante que la familia se convierta en fuente de apoyo y NO de odio.
Es muy probable que su hijo/a necesite ayuda profesional para ayudarlo/a a manejar los conflictos que pudiera estar enfrentando en su diario vivir en la escuela, trabajo, etc. Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para mayor información pueden llamar al 984-974-3795.