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¿Se puede rehabilitar a una persona violenta?
Una persona violenta no surge de la nada: crecer en ambientes disfuncionales puede dejar secuelas de por vida. ¿Es posible romper el ciclo? Foto: andranik123 / Adobe Stock.

Es muy común que la sociedad, en términos generales, simpatice con aquellas personas que han sido víctimas de violencia y muestre repudio y rechazo hacia el agresor. Sin embargo, conocer cómo surge la violencia y la agresividad en las personas nos puede ayudar a buscar procesos de ayuda y rehabilitación. Esto no quiere decir que justifiquemos la conducta agresiva de una persona violenta.

La violencia física, emocional y/o sexual es un delito y hay consecuencias criminales para las personas que cometen estos delitos. Pero también sabemos que la agresividad en una persona es producto de muchos factores y que, para romper el patrón de violencia, es importante buscar sanación. Es importante que no olvidemos que una persona agresora puede ser tanto una mujer como un hombre.

Características de una persona violenta

La mayoría de las personas agresoras comparten alguna de las siguientes características:

  • Haber crecido en un ambiente de violencia.
  • Haber sido víctimas de violencia en algún momento de su vida.
  • Personalidad impulsiva.
  • Rasgos de inmadurez.
  • Estado de ánimo depresivo.

Estas características demuestran que muchas veces la persona agresora ha sido víctima de violencia en algún momento de su vida. Debido a que no tuvieron la posibilidad de sanar ese trauma, convierten su coraje, ira y frustración en violencia hacia otras personas que, muy probablemente, no tuvieron nada que ver con su trauma original.

Es de gran importancia buscar ayuda profesional para la persona que ha sido víctima de violencia.

¿Hay posibilidad de rehabilitación para la persona violenta?

Se han desarrollado programas de tratamiento para personas agresoras, pero son limitados los que están disponibles. Lamentablemente, el enfoque social hacia una persona violenta ha sido solamente punitivo y mirarlo como un acto puramente criminal, o sea, de que cumpla en prisión por el delito, pero poco se ha hecho para desarrollar programas de tratamiento.

Gran parte de las conductas agresivas tiene la posibilidad de ser sanadas y rehabilitadas cuando se recibe el tratamiento adecuado por profesionales preparados para trabajar con esta población.

¿Puedo seguir viviendo con la persona agresora si está en tratamiento?

Es muy positivo cuando la persona agresora acepta la necesidad de buscar ayuda e inicia un proceso de tratamiento. Pero comenzar un proceso de tratamiento NO significa que la conducta agresiva está sanada.

El tratamiento es un proceso que toma tiempo y, junto con la persona profesional que atiende a la persona agresora, debe evaluar cuán seguro es convivir con esa persona agresora mientras está en tratamiento.

En algunos casos, es preferible separar a la persona agresora de la víctima en lo que el tratamiento es completado y el terapeuta considere que es seguro vivir bajo el mismo techo.

Recuerden que esta información no sustituye una consulta médica. Puede haber otros factores que solo pueden ser detectados y diagnosticados en una consulta con un profesional de la salud. Para mayor información, pueden llamar al 984-974-3795.

Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D. Psicóloga Clínica e Investigadora Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill Departamento de Psiquiatría