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El apego es una relación afectiva de intimidad emocional que se desarrolla desde la infancia y que puede determinar las relaciones afectivas en la adultez.

Las relaciones de apego tienden a ser relaciones estables y duraderas en la vida de un ser humano, como lo son las relaciones de un hijo/a con sus padres. Establecer una relación de apego seguro, es de vital importancia para el buen desarrollo social y emocional de los hijos.

¿Por qué es tan importante el apego?

  • El apego es una necesidad biológica que tiene todo ser humano y la mayoría de los animales de sentirse que hay un otro que lo protege, lo cuida y lo quiere. Por ejemplo, hay estudios que han demostrado que los bebés que nacen prematuros y permanecen en incubadoras responden positivamente al mantener un contacto físico con sus madres. De igual manera, reconociendo la importancia del apego, los doctores colocan a los recién nacidos encima de la madre para que se continúe desarrollando el vínculo afectivo que tuvo su inicio durante el embarazo.
  • El apego permite el desarrollo emocional y afectivo del ser humano a través de todas sus etapas de desarrollo hasta llegar a la adultez. Los niños/as que han desarrollado relaciones de apego saludables tienen a ser adultos/as más independientes, seguros/as y con buenas relaciones interpersonales.

¿Cómo puedo desarrollar una relación de apego saludable con mis hijos/as?

En primer lugar, es importante ser consistente. Desde muy temprano, los niños necesitan sentir la seguridad que los padres van a estar a su lado para cuidarlos, protegerlos y amarlos de forma consistente e incondicional. Cuando somos inconsistentes le damos el mensaje de que no pueden confiar, lo cual produce un estado de mucha inseguridad.

En segundo lugar, es importante no demostrar ansiedad cuando los hijos quieren explorar y ser independientes. Los niños pequeños perciben las inseguridades de los padres y eso no les permite sentir que su ambiente es seguro.

En tercer lugar, escuchar los mensajes que nos envían los hijos/as, ya sea a través del llanto o de las palabras cuando ya tienen lenguaje. A veces los padres tienen la preocupación de mal criar a los hijos si responden todo el tiempo al llamado del llanto cuando son bebés. Nada más lejos de la realidad. Cuando los bebés lloran es porque tienen una necesidad, ya sea de hambre, de cambio de pañal, malestar o simplemente necesita amor.

Si respondemos de forma amorosa y consistente, estamos desarrollando seres humanos capaces de confiar y amar a otros de la misma manera en que han sido amados.

Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para mayor información pueden llamar al: 984-974-3795.

Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D. Psicóloga Clínica e Investigadora Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill Departamento de Psiquiatría