Cuando ocurre una experiencia de abuso sexual infantil, toda la familia es afectada a múltiples niveles. Aunque la situación pueda sentirse como devastadora, y ciertamente es una tragedia, hay posibilidades de sanar la experiencia con ayuda profesional y el apoyo familiar.
¿Qué puede hacer la familia para ayudar al proceso de sanación?
A continuación las siguientes recomendaciones:
- Buscar ayuda profesional - Tan pronto haya una sospecha o una confirmación de un abuso sexual infantil, es importante buscar ayuda profesional. No trate de manejar la situación por sí solo/a porque se pueden cometer errores que pueden lastimar más a la víctima o a la familia.
- No culparse - El único culpable en un abuso sexual infantil es la persona que cometió el delito. Culpar a otras personas o a sí mismo/a por lo que pasó añade una carga emocional adicional a la experiencia que, por sí misma, es muy dolorosa.
- No culpar a la víctima - La víctima NO es responsable o culpable de la experiencia de abuso. Ningún menor tiene la capacidad de consentir una experiencia de tipo sexual.
- Respetar la privacidad del menor - Es muy común en la dinámica familiar latina que compartamos nuestras experiencias con la familia extendida (ej. abuelos/as, tíos/as, amistades cercanas a la familia). Sin embargo, es importante aceptar que toda persona, incluyendo los menores de edad, tienen derecho a su privacidad. Recuerden que no todas las personas hacen buen uso de la información que le damos y podemos poner en mayor riesgo a nuestro ser querido.
- No tomar acción de venganza contra el agresor - Tomar acciones de venganzas puede complicar la situación familiar. Denunciar la situación a la policía es lo recomendado. Es importante saber que, a veces la víctima no se siente emocionalmente preparada para un proceso judicial. Un profesional de la salud emocional puede evaluar si el menor está preparado para este proceso o ayudarlo a prepararse para el mismo.
¿Cuáles son las consecuencias a largo plazo para el niño?
- Esta pregunta no tiene una sola respuesta porque va a depender de muchos factores. Para ayudar a que el efecto sea el menor posible es importante que:
- El niño reciba ayuda lo antes posible
- Se prohíba que el niño continúe en contacto con el agresor, aunque sea un familiar (ej. tío, primo, abuelo, etc.)
- No sobre-reaccionemos delante del niño/a
- Dejemos que sea un profesional de la salud emocional el que ayude al niño a entender la experiencia vivida.
Dependiendo de la edad y de la madurez cognitiva y emocional, cada niño va a entender lo sucedido de formas diferentes.
Otros factores que van a tener un impacto emocional en el niño son el tipo de abuso sexual al que fue expuesto, el tiempo de duración del abuso y quién fue el agresor.
Cuando el abuso es cometido por un miembro de la familia, el impacto emocional para el niño y toda la familia es mayor que cuando el agresor es una persona extraña y no conocida por la familia.
Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para mayor información pueden llamar al 984-974-3795.