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Olvidarnos de las cosas de vez en cuando es normal, particularmente si estamos muy ocupados o estresados, sin embargo cuando esto nos ocurre con cierta frecuencia, es motivo de atención.

Supongamos que usted se fue al supermercado, hizo las compras, pero al salir al estacionamiento se ha olvidado por completo dónde ha dejado su auto. Llegó a su casa, puso las llaves en algún lugar que no lo recuerda. En la siguiente semana se olvidó del cumpleaños de un familiar cercano, no se acordó que tenía una cita, u olvidó que su jefe le dijo que hiciera algo, etc. Si algo parecido le está ocurriendo, puede mejorar su memoria modificando ciertos hábitos de la vida diaria, siempre y cuando la falta de memoria no se deba a condiciones de salud mentales. A continuación analizamos estos hábitos.

¿Duerme lo suficiente?

Tener unas relajantes horas de sueños es el primer antídoto para recuperar nuestra memoria. Se estima que una persona adulta necesita por lo menos de 6 a 8 horas diarias de sueño.

Muchas personas sienten que a pesar de dormir, están cansados y sin energía, por tal motivo no es solo importante la cantidad de horas, sino la calidad.

Idealmente debemos dormir relajados y evitando traer preocupaciones a la mente, para que las horas de sueño puedan ser profundamente reparadoras.

El sueño es restaurador de nuestras células y tejidos en el cuerpo. Cuando no dormimos lo necesario, nuestra corteza prefrontal no funciona adecuadamente y los recuerdos de la memoria tienen dificultad de movilizarse generando olvido y pérdida de memoria a corto plazo.

Antes de dormir trate de relajarse, de evitar tener el televisor u otros aparatos electrónicos en el cuarto, y si es posible, meditar o realizar alguna técnica de relajación. Estos harán de sus horas de sueños muy productivas.

Dieta saludable

La vitamina B1 o tiamina es un nutriente esencial que nos ayuda a utilizar los carbohidratos en forma correcta, metabolizarlos y convertirlos en energía. Además es esencial en el funcionamiento de nuestro sistema nervioso.

Nuestro cerebro se nutre de esta vitamina para mantener la producción de neurotransmisores que afectan nuestro estado de ánimo, memoria, movimiento y pensamiento. La falta de vitamina B1 causa numerosos síntomas en nuestro cuerpo incluyendo debilidad muscular, irritabilidad, pérdida de la memoria, demencia, depresión e incluso psicosis.

Afortunadamente la naturaleza nos ha proveído de numerosos alimentos que contiene tiamina y que son fáciles de conseguir tales como: el germen de trigo, el arroz integral, el salvado de arroz, la harina de avena, las legumbres, las semillas como de girasol y soja.

También son buenas fuentes de B1 la mayoría de las carnes como pollo, carne de cerdo, hígado, riñón, y el pescado; los frutos secos como las nueces de pistacho, las pasas, y los vegetales de hojas verdes tales como los repollitos de Bruselas, espárragos, guisantes, mijo, repollo y brócoli.

Psicoterapeuta bilingüe y Consultora Multicultural, MS, LPC, CRC, YT, IWLC. Asesora Certificada de Rehabilitación, Maestra e Instructora de Reiki, Instructora Certificada de Yoga, Coach de Vida. Fundadora...