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Con cierta simplicidad resulta simple comprender que a un automóvil es necesario hacerle mantenimientos regulares. También resulta sencillo comprender la importancia de tener un vehículo en buenas condiciones: se lo lleva a inspeccionar, a lubricar, a reparar las llantas, a chequear el líquido de frenos, a cargarle combustibles, entre otros cuidados básicos. Se hace del mantenimiento del auto una rutina básica a la cual se le dedica sin prejuicios tiempo, dinero y esfuerzo. ¿hacemos lo mismo con nosotros mismos?

Si se consideraran elementos más valioso que un automóvil, como lo son la mente, las emociones, la vida espiritual, el cuerpo físico, entre otros, que son los que gobiernan la vida de una persona, ¿no sería lógico considerar que todos estos aspectos merecen aún más de dedicación, tiempo, cuidado, inversión monetaria y que se haga del cuidado de ellos una rutina básica? Por el contrario, con frecuencia estos elementos figuran al final de la lista de prioridades y además algunos poseen estigma, como las necesidades en el ámbito de la salud mental.

Su salud mental es importante

Existe una comprensión clara de las necesidades de mantener un auto y de llevarlo a reparar. Existen aceptación clara de que una persona que sufre de diabetes tipo uno debe insumir insulina de por vida. Sin embargo no siempre existe una aceptación de las necesidades que pueda poseer una persona con estrés agudo, depresión, ansiedad, pánico, trauma, problemas de atención, esquizofrenia, trastorno bipolar, estrés por aculturación, por nombrar algunos.

El estigma o prejuicios en la salud mental no hacen otra cosa sino obstaculizar su tratamiento. Las enfermedades de orden emocional y mental son normales como lo son cualquier enfermedad que se padece en el cuerpo físico, con la diferencia de que no siempre se puedan ver tan gráficamente como una fractura, pues se evidencian síntomas.

Con frecuencia los latinos, como en la población en general, desisten de buscar asistencia a sus problemas mentales debido al temor a ser estigmatizados, o por padecer de prejuicios propios, del entorno familiar, o social.

Cuando una persona padece de una condición mental no significa que está loco/a, y no todas las condiciones mentales se pueden llamar problema de nervios.

Los peligros de los estigmas

Una persona, por ejemplo, con trastorno bipolar necesita de tratamiento al igual que una persona con diabetes tipo 1. El estigma tiene efectos extremadamente nocivos en las personas con enfermedades mentales pudiendo hasta incluso causar desmejora en la condición mental que padece una persona.

Es importante concientizar que el estigma es una de las vallas más grandes que tienen los latinos en recurrir a tratamientos para la salud mental. Los pacientes con problemas mentales son dignos de tratamientos y respeto por su condición como las personas que padecen de cualquier otro problema físico y recurrir a tratamientos debería ser respaldado, aceptado y valorado por la sociedad. Que el estigma y los prejuicios no sean una barrera más en las personas que requieran asistencia en salud mental.

Psicoterapeuta bilingüe y Consultora Multicultural, MS, LPC, CRC, YT, IWLC. Asesora Certificada de Rehabilitación, Maestra e Instructora de Reiki, Instructora Certificada de Yoga, Coach de Vida. Fundadora...

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