La sexualidad es parte de la naturaleza del ser humano. En la etapa de la adolescencia, debido a los cambios hormonales, se puede intensificar las respuestas fisiológicas, así como las necesidades emocionales de tener nuevas experiencias en las relaciones.
Por otro lado, es importante recordar que estamos viviendo tiempos en los que hay un alto contenido de sexualidad en los medios de comunicación, por lo que sus hijos/as, están más expuestos a la sexualidad a una temprana edad.
¿Qué necesitamos proveerles a nuestros hijos/as para que desarrollen una sana sexualidad?
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Educación
La educación sobre la sexualidad debe ser parte de la educación que le brindemos a los hijos e hijas. De acuerdo con la edad, debemos integrar información que sea más pertinente.
No hablar de sexualidad con sus hijos no va a evitar que ellos/as experimenten los cambios hormonales. Lo que ustedes no les enseñen a sus hijos, lo terminaran aprendiendo por su cuenta y no necesariamente de una forma correcta.
Si tiene dudas de cómo hablarles, puede orientarse con libros educativos que están publicados. Esto pudiera ser un ejercicio donde tanto usted como su hijo lean el material educativo para luego discutirlo y aclarar dudas.
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Comunicación
Establecer una comunicación continúa será importante para que los hijos se sientan cómodos hablando sobre la sexualidad. Es importante evitar un tono de juicio porque los desanimará a compartir sus preocupaciones por miedo o vergüenza de su reacción.
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Prevención
En ocasiones los hijos no se sienten cómodos hablando con sus padres o madres. Integrar el recurso del médico primario puede ayudar a que su hijo tenga un espacio seguro y profesional que lo pueda ayudar a recibir información necesaria para evitar enfermedades de transmisiones sexuales y embarazos.
Dele espacio de privacidad con su médico y comparta con el médico sus preocupaciones relacionadas a la sexualidad de su hijo.
¿Qué hacer si se los descubre con pornografía?
Si descubre que su hijo tiene materiales pornográficos, juguetes sexuales, o sospecha que están sexualmente activos, es importante sentarse a conversar del asunto, sin el uso de agresión.
Recuerde que lo más importante es poder brindarles la información y la ayuda para que puedan vivir las etapas de su desarrollo de forma sana y sin acelerar los procesos.
También, es importante que como madres y padres, se establezca un proceso adecuado de supervisión de sus hijos. La estructura y la supervisión pueden prevenir algunos errores que, por la naturaleza humana de querer explorar experiencias, puedan pasar factura.
Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para mayor información pueden llamar al 984- 974-3795.
Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D.
Psicóloga Clínica e Investigadora
Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill
Departamento de Psiquiatría
984- 974-3795