En cuanto aterrizas en Carolina del Norte lo primero con lo que te topas es con su cultura: una mezcla perfecta entre lo cosmopolita y entre lo campestre. A pesar de la diversidad que caracteriza al segundo centro financiero más grande Estados Unidos, Charlotte, sus orígenes apalaches son imborrables. Igual es imposible sacar de los paladares el sabor a aguardiente y a barbacoa.
Sin embargo, en cuanto llegas al hotel para disfrutar de tus vacaciones lo primero que te preguntas es lo siguiente: ¿a dónde iremos?
La primera parada tiene que ser Raleigh, la capital del estado. La ciudad destaca entre los turistas por su riqueza gastronómica, así como sus cervezas artesanales. En la ciudad igual destaca el triangulo de investigación que integran las tres universidades de alto nivel en la región más la industria tecnológica que la rodea.
La segunda parada es Lexington, un viaje al Lejano Oeste. La parte alta que compone el casco histórico de esta ciudad es inolvidable. Igualmente, sus decenas de restaurantes con un rico platillo en común: las paletas de cerdo con ketchup y con condimentas.
Luego sigue Ashville, un pueblito localizado en la montaña que destaca por sus altas edificaciones. Es importante también visitar el Baltimore State, donde recorrerás la residencia privada más grande en Estados Unidos. Y no olvides comprar un Tupelo Honey, un bocadillo distintivo de la localidad.
Por último, importante ir tanto a Charlotte como Concord. Las dos ciudades destacan por el olor al humo de los autos de alta velocidad que compiten las pistas de NASCAR. Es igual una región cosmopolita con gran cantidad tanto de colores como de facciones. Una rica mezcla de etnias, razas y culturas.
Carolina del Norte es un estado al que debes ir.
La Noticia redactó esta con información de Visit USA.