Miles de beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), también conocidos como “soñadores”, celebran la decisión de la Corte Suprema que impide a la Casa Blanca eliminar el programa. Pese a esta victoria, todavía queda camino por recorrer para proteger a estos jóvenes.
La mañana del 18 de junio la Corte Suprema de Justicia votó por 5 a 4 que es inconstitucional la intención del presidente Donald Trump de suspender DACA. Esta decisión protege de la deportación a miles de soñadores. En este punto vale la pena hacer un recuento de esta batalla legal y el futuro del programa.
Historia de un litigio
DACA fue creado el 15 de junio del 2012, por el entonces presidente Barack Obama, como un programa que garantiza a cerca de 700,000 inmigrantes que llegaron al país cuando eran niños, y que deben cumplir varios requisitos, que no sean deportados, además que puedan trabajar y estudiar en Estados Unidos.
El 5 de septiembre del 2017 la administración del presidente Donald Trump canceló DACA. Esto generó una avalancha de críticas. Carolina del Norte se unió a una de las cuatro demandas que se ventilaron en diferentes cortes federales.
En todas las demandas federales, los jueces restablecieron el programa en diferentes fallos a lo largo del 2018. El juez de distrito John Bates, de Washington DC, emitió una resolución el 24 de abril de ese año, en donde aseguraba que la explicación legal del Departamento de Seguridad Interna (DHS) para la terminación de DACA, era “demasiado débil”, además la calificó de “arbitraria”, “caprichosa” y que no estaba apegada a la ley.
El juez Bates le dio a la Casa Blanca 90 días para que justifique legalmente (no políticamente) por qué querían eliminar DACA. La administración Trump no pudo cumplir con este requisito.
Finalmente el litigio llegó hasta la Corte Suprema de Justicia. El presidente de la Corte, John Roberts, escribió el 18 de junio en su decisión, que la administración Trump no persiguió el final del programa correctamente.
“No decidimos si DACA o su eliminación son políticas sólidas”, escribió el magistrado. “Solo abordamos si la agencia cumplió con el requisito de procedimiento de que proporcione una explicación razonada sobre su acción”.
Esto quiere decir que el procedimiento estuvo mal, pero Roberts agregó que si lo desea, el DHS puede nuevamente intentar eliminar DACA.
Un nuevo intento
Pese a que el DHS acatará la decisión de la Corte Suprema, la Casa Blanca anunció que una vez más trabajarán para eliminar el programa.
El presidente no tomó el fallo del máximo tribunal del país como una derrota, sino que lo interpretó como un “pedido” de la Corte Suprema para que vuelvan a someter los requerimientos legales para cancelar DACA.
“En breve enviaremos documentos mejorados para cumplir adecuadamente con el fallo y la solicitud de la Corte Suprema.”, escribió Trump en Twitter el 19 de junio.
Adicionalmente, el 21 de junio el director interino del DHS, Chad Wolf, en una entrevista con NBC dijo que DACA es “ilegal”. “No me puedo darme el lujo de ignorar la ley. El programa es ilegal. Necesitamos resolverlo”, mencionó.
Por más de tres años la administración Trump ha usado la vida de miles de “soñadores” como fichas en un macabro juego político para contentar a sus bases ultraconservadoras. Hoy estos jóvenes pueden respirar tranquilos, pero esto no debe ser motivo para bajar la guardia.
DACA sigue siendo una solución temporal. Debe haber una legislación permanente que permita un camino hacia la ciudadanía de los “soñadores”, pero que no ponga en riesgo de deportación a sus padres. En este año electoral verifique qué candidatos quieren ser aliados de los “soñadores”.