La deuda nacional ciertamente parece dar miedo. Ahora asciende a más de $31 billones. Esto es más que el ingreso anual de todas las empresas y trabajadores del país. Dividida por la población, la deuda nacional es de más de $9,000 por persona, incluidos adultos y niños.
Al mismo tiempo, nos preocupa el tamaño de la deuda nacional, nuestros políticos nacionales están debatiendo aumentar el tamaño permitido de la deuda. El Congreso establece periódicamente un límite para la deuda nacional, por lo que cuando se alcanza ese límite, el Congreso tiene que aumentar el límite para seguir endeudándose. Esto siempre crea un intenso debate sobre la deuda, el gasto y los impuestos.
Una preocupación es que si no se aumenta el límite de la deuda, no habrá suficiente dinero para financiar todos los programas gubernamentales. En particular, si no se pudieran pagar los pagos de intereses de la deuda nacional, podría haber un incumplimiento de los títulos de deuda federal. Si ocurriera un incumplimiento, la reputación financiera estelar del gobierno de Estados Unidos se vería gravemente empañada y las tasas de interés aumentarían.
¿Es lo mismo deuda nacional que deuda individual?
La respuesta corta es “no”. Si pido dinero prestado, tengo un tiempo limitado para pagar el préstamo. Una razón es que tengo un tiempo limitado de vida. Este no es el caso con nuestro gobierno federal. Mientras nuestro país continúe, también lo hará el gobierno federal. El gobierno federal puede pedir prestado continuamente dinero nuevo para pagar deudas antiguas que han vencido.
¿Qué pasaría si los acreedores internacionales cobran el dinero que debemos?
Los inversionistas extranjeros actualmente poseen un tercio de la deuda nacional. Japón y China son los mayores tenedores extranjeros de la deuda de Estados Unidos, cada uno de los cuales posee alrededor de un billón de dólares de deuda del gobierno. Las inversiones -llamadas “securities” del Tesoro- emitidas para financiar la deuda nacional, tienen un periodo de tiempo designado en el que deben ser reembolsadas. Esto es típico para cualquier deuda, como hipotecas o préstamos para vehículos. Los tenedores de valores del Tesoro no pueden exigir la devolución de su dinero en cualquier momento que lo deseen. Sin embargo, pueden vender sus “securities” del Tesoro a otros inversores.
¿Exigirá el gobierno que los ciudadanos paguen su parte de la deuda nacional?
Esto es muy poco probable. Como se indicó anteriormente, el gobierno federal siempre puede pedir prestado más para pagar la deuda que ha vencido.
¿El aumento de la deuda un “esquema piramidal o Ponzi”?
Los esquemas Ponzi colapsan cuando los inversionistas existentes quieren que les devuelvan su dinero, y las entradas de dinero nuevo son insuficientes para pagarles. Para la deuda nacional, el apoyo financiero para realizar los pagos de intereses está determinado en última instancia por el tamaño y el crecimiento de la economía nacional.
¿La deuda provocará el colapso de nuestra economía?
Lo que importa no es el tamaño de la deuda en relación con el tamaño de la economía. En cambio, es el tamaño de los pagos de intereses anuales sobre la deuda en relación con el tamaño de la economía lo que es clave. Lo mismo ocurre con la deuda privada. Por ejemplo, un prestamista analiza los pagos de intereses mensuales de una hipoteca de vivienda en relación con los ingresos mensuales del prestatario al evaluar el préstamo.
Cuando se comparan los pagos de intereses de la deuda nacional con el ingreso nacional anual agregado, la buena noticia es que la relación no está en un nivel récord. De hecho, la proporción actual es del 2 %, muy por debajo del pico reciente del 3 % en 1991. Sin embargo, la Oficina Presupuestaria del Congreso no partidista predice que la proporción entre el pago de intereses y el ingreso nacional aumentará a más del 7 % para 2052.
¿Qué se puede hacer con la deuda nacional?
En esencia, la deuda nacional es un tema político basado en decisiones colectivas sobre gastos e impuestos. Si el gasto y los ingresos fiscales no coinciden, los préstamos llenan el vacío.
Sin embargo, durante mucho tiempo, muchos economistas han hecho una simple recomendación para que los préstamos federales sean más lógicos. En la economía privada, incluidos los hogares y las empresas, el endeudamiento tiene más sentido cuando se hace para inversiones a largo plazo. Cualquier experto financiero les dirá a los hogares que no pidan prestado para pagar los gastos del día a día, sino que lo usen solo para compras duraderas, como una casa, un vehículo o la educación universitaria. Estos gastos a menudo proporcionan una gran recuperación y, por lo tanto, pueden considerarse inversiones.
La idea es, por lo tanto, limitar el endeudamiento del gobierno federal a grandes inversiones, como infraestructura física (el transporte es un buen ejemplo) e incluso infraestructura humana (educación, investigación médica y emergencias médicas como COVID). De hecho, la mayoría de los estados ya siguen esta idea.
La deuda nacional seguirá siendo un desafío e incluso puede convertirse en un desafío mayor. ¿Necesitamos entrar en pánico o hacer con calma algunos cambios lógicos? Usted decide.