El aeropuerto de Charlotte-Monroe volvió a abrir luego de que este miércoles las instalaciones recibieran una amenaza de bomba y te contamos qué es lo que se sabe.
De acuerdo con las autoridades, fue este miércoles cuando recibieron amenazas de bomba, por lo que las instalaciones cerraron alrededor de las 4:00 p. m y volvieron a abrir poco antes de la medianoche.
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¿Qué se sabe de la amenaza de bomba en el aeropuerto de Monroe, Carolina del Norte?
De acuerdo con las autoridades, dos menores de edad fueron identificados este jueves como los responsables de emitir una amenaza de bomba que llevó a cerrar el Aeropuerto Ejecutivo de Charlotte-Monroe durante horas.
El miércoles por la noche, los funcionarios del aeropuerto recibieron una llamada telefónica indicando que había explosivos en el aeropuerto, por lo que la policía evacuó el edificio y la Administración Federal de Aviación detuvo todo el tráfico aéreo.
La amenaza de bomba era falsa, por lo que la policía busca presentar cargos contra los menores, del condado de Harnett que creen que hicieron la llamada.
¿Aeropuerto Charlotte-Monroe ya opera con normalidad o aún hay alerta?
Aunque se le pidió al público que evitara el área este miércoles, el aeropuerto ejecutivo opera con normalidad, pues la amenaza era falsa.
El aeropuerto de Monroe se construyó en 1969 y se ha expandido desde entonces. En 2006, la ciudad asumió la administración del aeropuerto y no maneja vuelos comerciales sino vuelos chárter y aviones privados.
¿Qué es una amenaza de bomba?
Las amenazas de bomba se hacen para alertar a la gente que se retire del lugar donde se pudo haber colocado algún aparato explosivo. Es probable que la persona que hace la llamada para avisar tenga conocimiento de la existencia del artefacto y no quiere que la gente resulte lastimada.
De acuerdo con las autoridades, todas las amenazas se deben tomar en serio y se deben documentar.
¿Una amenaza falsa de bomba es un delito?
De acuerdo con el FBI, las amenazas falsas son delitos graves: "lanzar una amenaza, incluso a través de las redes sociales, por mensajes de texto o por correo electrónico, es un delito federal", señala FBI.
Según el FBI, quienes publiquen o envíen amenazas pueden recibir hasta cinco años en una prisión federal o enfrentar cargos estatales o locales.