El Charlotte Open Air Market también conocido como la Pulga de la Central cerró sus puertas, dejando a unos 100 vendedores sin espacio de comercio. Todos ellos, incluyendo a madres solteras, tienen familias que sacar adelante.
Claudia García era vendedora en la Pulga de la Central desde que se inauguró hace seis años en un área arrendada por la ciudad de Charlotte. "Yo estoy ahí desde el día uno", recuerda.
La comerciante guatemalteca explicó a La Noticia que los directivos del mercado, ubicado en 5471 Central Avenue, informaron "de un día para otro" que el lugar iba a cerrar porque la ciudad de Charlotte no iba a arrendar más el área.
García compró el 30 de septiembre suficiente mercancía para vender durante los próximos 45 días porque los directivos del mercado le habían asegurado que seguirían trabajando "hasta octubre".
"Ese día en la mañana fui a surtir porque supuestamente nos quedábamos todo el resto del mes. En la tarde nos dijeron que estábamos cerrados. Así no más",
expresó García.
La página de Facebook del mercado informó la noche del 30 de septiembre que la ciudad de Charlotte no había renovado el alquiler del terreno donde operaba el mercado de pulgas.

Arrendamiento
La Noticia contactó vía correo electrónico al Gerente de Relaciones con los Medios de la ciudad de Charlotte, Cory Burkarth, para preguntarle sobre el arrendamiento del lugar.
"El contrato de arrendamiento del mercado al aire libre no se extendió más allá de septiembre, por lo que ya no estará en el área de Eastland",
dijo Burkarth.

La ciudad de Charlotte y la empresa Crosland Southeast construirán un complejo mixto en esa área de 78 acres (31 hectáreas). La obra fue aprobada en junio de 2020 por el concejo municipal y eso conllevó a que en agosto de ese año se anunciara por primera vez el cierre de La Pulga de la Central.
El anuncio preocupó mucho a los vendedores latinos del mercado porque esa era su única fuente de empleo y muchos no eran elegibles para gozar de los beneficios gubernamentales emitidos por la pandemia de COVID-19, que ya había empezado.

"A nosotros no nos ayudó el gobierno para nada. (...) Inclusive, pedimos a ver si nos ayudaban a pagar la luz y nos dijeron que no",
le dijo el vendedor Carlos Avelino a La Noticia en agosto de 2020.
Además, los vendedores del mercado intentaban recuperarse de tres meses sin ventas generados por las órdenes de permanecer en casa implementadas por el gobierno para evitar la propagación del coronavirus.
Luego de una solicitud, la ciudad de Charlotte renovó el arrendamiento del mercado de pulgas debido a que las obras de construcción seguían detenidas por la pandemia.
Durante ese momento, algunos vendedores se habían ido a otros mercados de pulgas en Charlotte para comenzar de nuevo, pero varios regresaron a La Pulga de la Central cuando se enteraron de que estaba reabierta.
Otros rumbos
Erika López es una vendedora de comida mexicana que intentó emprender hace un año en la Pulga de La Central, pero se fue a otro mercado de pulgas ubicado en 8801 E. WT Harris Blvd.
López es madre soltera con cuatro hijos y decidió mudar su negocio "Antojitos Mexicanos Corona" en medio de las contradicciones sobre el futuro del Charlotte Open Air Market.
"Bien agradecida porque sí, la verdad que he tenido una buena respuesta de mis clientes (...). Dejé "La Central" y aquí seguimos somos muy pocos, pero en eso andamos, que nos conozcan",
comentó López a La Noticia.

A pesar de sus ganas de salir adelante, varios comerciantes de ese mercado tienen miedo de que el lugar también cierre sus puertas por falta de vendedores y clientes. Por eso, invitan a más comerciantes para que lo hagan crecer.
"Queremos agradecer y pedirles que nos apoyen. Estamos buscando más vendedores porque si esto no crece, este local nos lo pueden cerrar, nos lo pueden quitar",
detalló López a La Noticia.

Continuar
Otros vendedores de La Pulga de La Central solo desean otra oportunidad en el mismo lugar donde estaban establecidos. García trabaja con su esposo allí en lo que se convirtió en el negocio familiar que los lleva adelante.

"No pretendemos adueñarnos del inmueble porque no es de nosotros. Lo que pretendemos es que nos dejen estar ahí hasta que realmente vayan a hacer algo. Si nos quieren cobrar una renta, la pagamos",
agregó García.
La Noticia le preguntó a Burkarth la fecha en la que comenzará a construirse el proyecto aprobado, pero el vocero de la ciudad de Charlotte no respondió esa pregunta.
"En este momento, no tenemos más actualizaciones para compartir, pero esperamos hacerlo pronto",
aseguró Burkarth.
García explicó a La Noticia que el cierre del Charlotte Open Air Market ocurre a semanas del Día de Acción de Gracias y Navidad, fechas tradicionales de alta actividad comercial.
Asimismo, indica que a los directivos de La Pulga de la Central se les instruyó que debían buscar otro terreno para reubicar a los vendedores del mercado y no lo hicieron.
"Ahorita tenemos que resolver porque estamos en el limbo. Nos mandan a la 'flea market' que abrieron al frente de Walmart en la Harris, pero el problema ahí es que no hay espacio para todos",
detallo García.
Alternativas
La Noticia conversó con Theodore Williams, el ahora exgerente de La Pulga de la Central, para preguntarle si hay planes de reubicar a los vendedores del Charlotte Open Air Market.
"Actualmente estoy buscando alternativas (...). Estoy buscando diferentes lugares potenciales alrededor de Charlotte",
informó Williams.
El exgerente del mercado dijo además que a finales de octubre aspiraba encontrar algún lugar para instalar el Charlotte Open Air Market.
La vendedora de variedades, Yolanda Robles, detalló a La Noticia que hay dos potenciales lugares donde podrían ser reubicados.
"Creo que ya tienen el ojo en dos lugares. No más que todavía no están confirmados (...). Creo que está uno aquí cerca, en la Independence, y el otro está a un lado del mismo Eastland Mall",
dijo Robles a La Noticia.
Aunque La Noticia le preguntó al exgerente del mercado sobre los lugares propuestos, él solo dijo que "tengo dos lugares que no he discutido con los vendedores".
Robles aseguró que estaban planificando opciones para moverse.
"Ya tenemos un año que nos habían comentado que nos iban a mover de ahí (...). Esa es la única esperanza que tenemos, que nos puedan reubicar ahí mismo",
añadió Robles.
Mientras tanto, comerciantes como García quieren seguir vendiendo en Charlotte y hacer perdurar el negocio que construyeron con tanto esfuerzo.
"Yo quiero seguir luchando porque llevo más de 7 años construyendo lo que tengo, mi negocio",
expresa García.