Raleigh- Ya sea por desconocimiento de las leyes o por mantener ciertas tradiciones, vender, facilitar u ofrecer bebidas alcohólicas a menores de 21 años, puede traer consecuencias legales graves, especialmente a los inmigrantes.
“Las personas pueden verse involucrados en varias demandas, ya que las leyes en Carolina del Norte son estrictas”, explicó a La Noticia, el abogado Carlos Hernández.
Graves consecuencias
El abogado indicó que por ejemplo, el vender alcohol a un menor de edad puede generar una demanda civil y por los daños que sufrieron las víctimas en caso de un accidente o muerte.
“Es una negligencia indirecta donde pueden atacar a la persona por daños y perjuicios”, mencionó.
Por otro lado, el que un mayor de edad venda o se preste para comprar alcohol a un menor de edad es considerado como un delito de Clase 1, es decir, puede llevar que una persona -dependiendo la gravedad del asunto y de las consecuencias del mismo-, a pasar hasta 120 días en la cárcel o más, adicionalmente al pago de multas, que en este caso comienzan en los $500.
“Es complicado porque si hay un accidente y/o personas muertas, los investigadores unen las piezas y concluyen que una persona les vendió o dio bebidas alcohólicas a menores de edad, pueden haber cargos criminales”, indicó el abogado Buxton Bailey.
Otra de las recomendaciones es tener cuidado de ofrecer este tipo de bebidas en reuniones y fiestas familiares, ya que también pueden generar problemas. “Entendemos que es algo complicado no solo para los latinos, se ve en todas las comunidades. Hay que tener cuidado porque hay desconocimiento de las leyes”, indicó Hernández.
Familias destrozadas
La madrugada del domingo 21 de enero en Raleigh, los hermanos Juan y Carlos Gómez y su amigo Erick Ávila, murieron en un accidente de tránsito. De acuerdo con las autoridades, el auto conducido por Juan iba a exceso de velocidad. El joven perdió el control del vehículo cruzando la línea central de la carretera y chocó contra una Ford SUV. Los tres jóvenes de 19, 17 y 18 años, respectivamente murieron en el lugar.
Dos días después las autoridades detuvieron a Vicente Rivera Montero, de 26 años, quien se encuentra preso en la cárcel del condado de Wake bajo una fianza de $10,000 y enfrenta cargos por haber suministrado alcohol a los jóvenes para una fiesta.
La agencia Alcohol Law Enforcement acusó a Rivera de cinco cargos menores por ser una persona mayor de 21 años que ayudó e instigó a los jóvenes, menores de edad, a obtener bebidas alcohólicas. Sumado a ellos enfrenta una posible deportación debido a su condición migratoria.
“La recomendación es simple: no vender, ofrecer o prestarse para comprar alcohol a menores de 21 años. Es algo delicado en el estado”, concluyó Hernández.