Un acto criminal, según catalogaron las autoridades, mantiene a más de 40,000 personas sin electricidad en el condado de Moore, en Carolina del Norte, desde el sábado 3 de diciembre, mientras más se hace necesario contar con el preciado servicio.
Las tareas de reposición de los daños está en curso en las dos subestaciones que recibieron disparos por individuos aún no identificados. Decenas de miles de personas están listas para pasar varios días sin electricidad, debido a la gravedad del caso.
La compañía Duke Energy dijo que de los 45,000 clientes que se quedaron sin luz, unos 9,000 ya tienen el servicio restablecido. Sin embargo, Jeff Brooks, portavoz de Duke, dijo que la recuperación será gradual y que “una reparación bastante sofisticada con algunos equipos bastante grandes” continuará hasta el jueves 8, dejando a oscuras a miles de personas. A partir de ese día es cuando el grueso de clientes volverán a tener electricidad.
El condado de Moore está ubicado a unos 95 kilómetros (60 millas) al suroeste de la capital estatal Raleigh. Tiene una población de 100,000 habitantes, de los cuales solo menos de la mitad estuvo exenta de sufrir la falta de luz cuando dos subestaciones eléctricas fueron baleadas por una o más personas con aparentes fines criminales.
Investigación busca responsables de disparar contra instalaciones eléctricas
El gobernador Roy Cooper dijo que investigadores estatales y federales “no están dejando piedra sin levantar en esta investigación para encontrar a los responsables”. Sentenció que "proteger la infraestructura crítica como nuestro sistema eléctrico debe ser una prioridad absoluta”.
El FBI se sumó a las investigaciones a fin de buscar a los responsables del acto que pudiera ser un delito federal, como terrorismo doméstico. Cooper dijo estar claro en que “este tipo de ataques plantea un nuevo nivel de amenaza".
"Estaremos evaluando formas de trabajar con nuestros proveedores de servicios públicos y nuestros funcionarios estatales y federales para asegurarnos de que reforzaremos nuestra infraestructura donde sea necesario”,
dijo Cooper.
El jefe policial del condado de Moore, Ronnie Fields, declinó comentar el lunes sobre el incidente, y solo dijo que el daño fue provocado por disparos. Pero quienquiera que fuera el responsable, señaló, “sabía exactamente lo que estaba haciendo para... causar el apagón".
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¿Cómo afecta la vida diaria de las personas sin electricidad en Moore?
La falta de normalidad se hizo presente dese el apagón masivo en Carolina del Norte. Ante los semáforos dañados se volvió un caos transitar en vehículo e incluso se dieron algunos accidentes menores aislados. Las personas utilizaron las intersecciones como paradas de cuatro altos, causando atascos de tránsito en sitios como el centro de Carthage.
Las escuelas anunciaron un segundo día de cierre este martes 6. Mientras que negocios y restaurantes tampoco pueden abrir en una época en la que los turistas y compradores navideños suelen llenar los estacionamientos, que ahora se encuentran vacíos. Algunos establecimientos ofrecen alimentos o café gratis, y un puñado de ellos pueden operar realizando transacciones en efectivo.
En el hogar las cosas no son más llevaderas. La llegada del invierno hace necesario poder contar con la calefacción para soportar las bajas temperaturas que están por el orden de los 4 grados Celsius (40 °Fahrenheit) durante la semana.
“Hace mucho frío”, dijo Noah Hartford, un estudiante de ingeniería civil en la Universidad Comunitaria de Sandhills, de 18 años, mientras se calentaba junto a una hoguera en la cercana localidad de Southern Pines. “Sólo estamos mi madre, mi hermano y yo. Tenemos fuego y otras cosas afuera y una chimenea, pero realmente esperamos recuperar pronto la calefacción.”
Kalai y Christine Balutski de Pinebluff estaban el lunes sentados debajo de un calefactor, tomando bebidas calientes en el café Red’s Corner en Southern Pines. La pareja lleva desde las 7 p.m. del sábado sin electricidad y están yendo al condado vecino para comer en restaurantes y ver deportes por televisión, a la espera de actualizaciones.
“Tenemos dos perros en casa, así que no podemos simplemente irnos”, expresó Kalai Balutski. “Tenemos un cargador portátil para los teléfonos”, añadió.
Con su abrigo de los Steelers de Pittsburgh, su gorra y sus botas, Christine Balutski dijo que ha tenido dificultades para seguir trabajando en su empleo como asistente de tecnología para un sistema hospitalario, ya que no tiene WiFi en casa.
Desarrollado por La Noticia con información de The Associated Press