Una tradicional pero extrema carrera conocida como "Cheese Rolling" tiene a una originaria de Carolina del Norte entre las personas que lo han ganado al menos dos veces. Ocurre en Gran Bretaña y reúne a finales de mayo a personas dispuestas a poner a prueba la adrenalina, así como también sus condiciones físicas.
¿Quién es Abby Lampe, la doble campeona del “Cheese Rolling”?
Abby Lampe, una joven de Carolina del Norte, tiene lo que pocos se atreven siquiera a intentar: ganar dos veces el título del famoso concurso “Cheese Rolling” en Gran Bretaña. Graduada de la Universidad de Carolina del Norte (NC State), Lampe se coronó por primera vez como campeona en esta competencia extrema en 2022, y este año renovó su título, consolidándose como una figura destacada en este peculiar evento.
La carrera de Lampe en la rama femenina demostró su determinación y velocidad, claves para este éxito. "Solo hay que seguir adelante", comentó Lampe tras su victoria. A pesar del dolor temporal que implica la carrera en la que los competidores se lanzan a través de la colina Cooper's Hill.
En sus redes sociales Lampe dijo que "Todo el mundo intentaba decir: 'oh, ella es una maravilla de un solo éxito', pero ahora es como, '¿qué? ¿maravilla de dos golpes?’".
¿En qué consiste el concurso extremo del queso y dónde se realiza?
El “Cheese Rolling” es una competencia anual que se lleva a cabo en la empinada colina de Cooper's Hill, cerca de Gloucester, en el suroeste de Inglaterra. Este evento, que se remonta al menos a 1826, es famoso por su naturaleza extrema y las dificultades que presentan a los participantes.
El concurso consiste en perseguir una rueda de queso Double Gloucester de 3 kilogramos (7 libras) colina abajo, lo que no suena tan complicado sino cuando lo observas. Los participantes corren tras el queso que rueda a gran velocidad y el primer corredor en cruzar la línea de meta detrás del queso se queda con él como premio.
La longitud del descenso es de aproximadamente 200 yardas (180 metros). La principal estrategia no es tratar de mantenerse de pie, lo que es ya demasiado complicado debido a la pendiente tan pronunciada. En su lugar, rodar con potencia suele funcionar mejor, aunque eso implica recibir duros golpes en el cuerpo.