La historia de un millonario que era bastante humilde está corriendo por todo el país, luego de que se informara que el hombre donó $3.8 millones a su pueblo tras su muerte.
Geoffrey Holt era un hombre de apariencia modesta que trabajaba como cuidador en una comunidad de casas móviles en Hinsdale, New Hampshire, donde vivía una vida simple.
Los habitantes solían ver a Holt son su ropa deshilachada, en su tractor cortacésped y sentado a la orilla del camino leyendo el periódico o simplemente viendo pasar el tráfico.
Holt era bastante conocido pues rara vez salía del pueblo y usaba su tiempo para hacer trabajos para los vecinos. Dio clases de manejo a los jóvenes, aunque él mismo abandonó los autos y usaba la bicicleta para transportarse.
¿Cómo fue que el humilde millonario dejó su fortuna a su pequeño pueblo?
Holt vivía en una casa rotante sin muebles, no tenía televisión ni computadora y aunque vivía un estilo de vida sencillo, el hombre era millonario, según reportó AP.
Tras su muerte se reveló su testamento, en el que venían instrucciones sencillas: darle $3.8 millones al pueblo de Hinsdale para que se beneficie en áreas de educación, salud, recreación y cultura.
El mejor amigo de Holt reveló que había hecho su fortuna gracias a inversiones en telecomunicaciones que habían ido mejor de lo que él alguna vez había esperado.
Según AP, no ha habido una reunión oficial para discutir qué harán con el dinero, pero algunos habitantes han propuesto reparar un reloj comunitario, mejorar edificios o incluso comprar una máquina de conteo de votos en honor a Holt.
Con información de AP.