Una investigación del Centro Howard para el Periodismo de Investigación de la Universidad de Maryland descubrió que las loterías estatales, que han crecido al doble en los últimos 20 años, se nutren del dinero de las comunidades más pobres del país y la riqueza obtenida va para las empresas multinacionales.
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La investigación del Centro Howard fue nacional y encontró que los vendedores minoristas de las loterías se encuentran agrupados en su mayoría en las comunidades más pobres de los estados.
El Centro Howard analizó los números de teléfonos celulares de las personas que compran en esas loterías y vio que la gran mayoría pertenece a personas de esas mismas zonas.
Las loterías estatales se han extendido por todo el país y al día de hoy solo cinco estados de la nación no las tienen. De hecho, la investigación dejó fuera a los estados de Alabama, Alaska, Hawái, Utah y Nevada por no tener lotería y a Dakota del Sur por no poder acceder a sus datos.
Las cifras que se manejan son millonarias. Tan solo en gastos publicitarios ganan más de $500,000,000 al año.
Además, desde el año 2005 la venta de boletos pasó de dejar una derrama de $47,000 millones a $82,000 millones al día de hoy, de acuerdo a datos del World Lottery Almanac 2022 de La Fleur.
Incluso, las loterías estatales generan más ganancias a las empresas multinacionales que los impuestos a los estados.
Las loterías y la educación en los estados
A lo largo de los estados, muchas de esas loterías tienen, en teoría, una cosa en común y es un supuesto apoyo a la educación estatal. Y decimos supuesto, porque el Centro Horward descubrió que no siempre se cumple ese apoyo o se da de manera tendenciosa.
De hecho, las loterías estatales que prometen este apoyo a la educación muchas veces hacen más amplia la brecha de desigualdad pues apoyan más a estudiantes de los distritos escolares más ricos que a los de comunidades más pobres o necesitadas.
Los jugadores habituales de la lotería dejan $82,000 millones en boletos comprados a través de más de 200,000 tiendas en el país.
Por cada dólar que juegan, los millones de compradores de boletos de lotería pierden 35 centavos.
Esas pérdidas representan $29,000 millones de los $82,000 de los boletos comprados y es la razón de que existan las loterías.
Una vez que se pagan los premios y los costos para el funcionamiento de la lotería, de los $82,000 millones quedan para programas gubernamentales $21,000 millones.
Dos tercios de esa cifra se ocupan en programas educativos de los estados, pero en 2021 Education Law Center dio a conocer un informe en el que muestra que muchos estados lo hacen mal.
Education Law Center calificó a 15 de los estados con lotería como 'regresivos', esto quiere decir que los distritos de alta pobreza recibieron hasta un tercio menos por estudiante que los distritos de baja pobreza.
El caso de Kentucky y las loterías
En el caso del estado de Kentucky, la mitad de los fondos obtenidos por la lotería son para la Beca de Excelencia Educativa de Kentucky (KEES). La beca entrega dinero de acuerdo con los puntajes en las pruebas de los estudiantes y los GPA.
Pero alrededor del 10 % de los estudiantes de secundaria del estado son afroamericanos y, sin embargo, solo les dieron menos del 5 % de los fondos de becas basadas en el mérito de KEES. Así lo demostró el Centro Howard al analizar los datos de becas estatales del 2020.
Las KEES para estudiantes blancos alcanzaron un promedio de $1,745, mientras que el promedio entregado por las KEES a estudiantes afroamericanos fue de $1,244.
Afroamericanos y latinos los que más gastan en lotería ¡y los que más tiendas tienen en sus comunidades!
Mucha gente no es consciente o no saben que dos terceras partes de las ganancias de la lotería se deben a los boletos instantáneos.
El costo de esos boletos ronda entre $1 y los $50 y son pocos los jugadores que terminan cargando con la mayoría de ese gasto.

La Comisión Nacional de Estudio del Impacto de los Juegos de Azar señaló en 1999 que 10 % de los compradores de boletos aportaban esas dos terceras partes de las ganancias la maquinaria de la lotería.
La Comisión dijo que los jugadores asiduos tenían ingresos más bajos, abandonaron la escuela secundaria y eran en su mayoría afroamericanos.
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Su análisis mostró que los afroamericanos gastaban en esa época en lotería cinco veces más que los blancos. Y los que dejaron la secundaria lo hacían cuatro veces más que los que se graduaron de la universidad.
Gran parte de esto es que las loterías estatales han concentrado la mayoría de sus tiendas en comunidades pobres que tienen estas cosas en común:
- Bajos niveles de educación.
- Altos índices de pobreza.
- Y con poblaciones mayoritariamente afroamericana o latina.
El Centro Howard descubrió que los vecindarios con tiendas de lotería tienen un índice de pobreza más alto que los otros vecindarios de los 44 estados en los que se vende.
En Washington DC y 37 de esos estados la población latina era mucho mayor en los vecindarios con tiendas de lotería.
De igual forma, en 35 de los estados con tiendas minoristas de lotería y en Washington DC la población afroamericana era mayoría.
Además, excepto en Arizona y Washington DC, la mayoría de las tiendas de lotería tenían una base de clientes de los vecindarios locales.
El impacto económico en estas comunidades es brutal y más si se toma en cuenta que son vecindarios pobres de afroamericanos y latinos.
Tan solo en Carolina del Sur, por citar un ejemplo, durante el 2014 el Centro Howard detectó que los jugadores con un ingreso familiar de menos de $35,000 al año gastaron más del doble que los jugadores con ingresos familiares entre $100,000 y $150,000.
Las multinacionales se quedan con la mayoría de las ganancias
De todos los grupos o personas que ganan dinero con las loterías estatales, los jugadores son los únicos que pierden.
Y es que las empresas transnacionales que administran las loterías de los estados, las tientas minoristas y las grandes cadenas, así como los medios y las agencias de publicidad ganan con las loterías.
De los $29,000 millones que los jugadores pierden cada año, $8,000 millones irán a parar a los bolsillos de estos entes.
International Game Technology PLC, del Reino Unido, y Scientific Games Holdings LP, de Canadá, son las empresas que dominan las loterías estatales.

Pero no solo ellas ganan. Las tiendas minoristas se quedan en promedio con el 6 % de comisión por vender boletos y cobrar los boletos ganadores. Aunque también reciben fuertes bonos cuando hay clientes que se llevan premios grandes.
El World Lottery Almanac 2022 de La Fleur dijo que tan solo en el 2020 esas tiendas obtuvieron ganancias por $5,000 millones.
Alrededor de dos terceras partes de las ventas de lotería se obtienen mediante las tiendas de conveniencia. Las multinacionales del país sacan su parte al ser duelos de miles de esas tiendas. Pero no todos son locales, la empresa japonesa, Seven & i Holdings, tiene más de 10,000 tiendas 7-Eleven y Speedway en el país.
Todos tienen el derecho de seguir comprando boletos. Pero la próxima vez pregúntate a quién va a parar ese dinero de las loterías estatales, si a las comunidades pobres o a las grandes empresas.