Pese a que muchos de los simpatizantes del presidente Donald Trump aseguraban que la actual administración se enfocaría en deportar a criminales peligrosos, la realidad es que dos de cada tres inmigrantes detenidos por las autoridades federales no cometieron crímenes, de hecho la mitad de los arrestados ni siquiera tenía antecedentes criminales, según datos oficiales.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) superó su capacidad de detención de inmigrantes y mantiene a aproximadamente 59,000 detenidos en sus centros carcelarios. Todo un récord. Casi la mitad de las personas bajo custodia de ICE no han sido condenadas ni acusadas de ningún delito.
El 47% de los detenidos no tienen antecedentes criminales
De los 59,000 detenidos, casi la mitad (47 %) no tiene antecedentes criminales. Pese a la retórica de la Casa Blanca de que están detrás de criminales peligrosos, menos del 30 % de los inmigrantes arrestados fueron condenados por algún crimen.
Un análisis de los datos de todos los inmigrantes apresados por el ICE entre el 1 de octubre del 2024 y el 31 de mayo del 2025, muestran que un total de 185,042 personas fueron arrestadas e ingresadas en centros de ICE. De ellas, 65,041 fueron condenadas por delitos menores. Las categorías de delitos más comunes que cometieron fueron faltas de inmigración y de tránsito.
Capacidad superada
El 23 de junio de 2025, los niveles de detención de ICE alcanzaron el 140 % de su capacidad. Esto debido a que el Congreso asignó solo 41,500 camas para detenciones, cifra superada ampliamente por la agencia.
Expansión de las redadas de ICE
ICE intensificó sus operaciones de arresto, con un promedio de 1,200 arrestos diarios durante junio. Un aumento significativo comparado con los 660 arrestos diarios realizados en los primeros 100 días del segundo mandato de Trump. Aunque estas cifras aún están por debajo del objetivo de 3,000 arrestos diarios mencionado por el asesor principal de la Casa Blanca, Stephen Miller.
La presión de gobierno para que ICE haga más redadas se tradujo en arrestos a trabajadores sin antecedentes criminales en fábricas, restaurantes, y granjas. Esto ha provocado un aumento en las protestas y manifestaciones a nivel nacional.
En este momento, el Senado está discutiendo el llamado “One, Big, Beautiful Bill”. Este proyecto agrega una exorbitante cifra: $168 mil millones del presupuesto para la aplicación de las leyes de inmigración.
Aunque ICE pide fondos adicionales al Congreso para aumentar su capacidad de detención, hasta el momento no se ha confirmado cómo se logrará. Algunas de las medidas propuestas incluyen la conversión de bases militares, como Fort Bliss en Texas, en centros temporales de detención, lo que ha generado controversia sobre las condiciones de los detenidos. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, también ha mencionado que Florida construirá varios centros de detención con fondos federales.
Expertos como Austin Kocher, profesor en la Universidad de Syracuse, han expresado su preocupación por las condiciones de detención y la capacidad de ICE para cumplir con los estándares básicos de trato civil y debido proceso. Kocher teme que la expansión rápida de la población detenida pueda comprometer la calidad del tratamiento a los inmigrantes, violando sus derechos fundamentales.