Durante el invierno ocurre la llamada lluvia de iguanas congeladas, debido a que estos animales no pueden escapar de las gélidas temperaturas y están expuestas al frío inclemente. Estos días cuando se registraron las noches más frías en al menos dos décadas, se comienzan a notar las caídas de iguanas.
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¿Por qué y dónde ocurre una lluvia de iguanas congeladas?
Las iguanas, así como otros reptiles y anfibios, son de sangre fría y no son capaces de generar su propio calor, así que en un clima cálido se mantienen calientes, pero ante el frío sufren de congelación. Realmente se trata de un proceso similar al de hibernación que es normal en temperaturas por el orden de los 14 grados Fahrenheit (-10 grados Celsius).
Usualmente estos animales se congelan y pierden el control muscular cayendo de los mismos árboles donde viven, cual verdadera lluvia de iguanas. Este fenómeno es común en Florida, un estado en el que habitan dada la temperatura cálida que suele tener.
¿Qué hacer si veo una iguana congelada a mi paso?
Debido a que el estado de congelamiento es temporal, no se les debe molestar. Es importante no confundir este episodio con la muerte del animal, sino que es un proceso que pasa un vez que la temperatura se estabilice un poco. Cuando eso ocurre, las iguanas recuperan su fuerza y vuelven a su vida normal.
La Comisión de Pesca y Vida Silvestre del Gobierno de Florida explicó en un comunicado vía Facebook:
"Con la llegada de temperaturas más frías este fin de semana festivo, es posible que vea iguanas verdes no autóctonas en un estado de letargo, en el que pierden temporalmente todo el control muscular".
Y agregó:
"Hagas lo que hagas, ¡no lleves iguanas verdes salvajes a tu casa o a tu coche para que se calienten!". Esta advertencia se debe a que cuando los animales salen de su estado pueden atacar y morder a las personas alrededor causando heridas incluso graves.