La pandemia del COVID-19 activo numerosos programas de ayuda para las familias que requirieran apoyo, ya sea para pagar alquiler, alimentación u otros menesteres que hubiera durante este periodo.
Fraudes por cheques de ayuda en California alcanza los $20,000 millones
Pero hay gente que se aprovechó de la situación para pedir cheques de ayuda, los cuales fueron utilizados para otras situaciones distintas a las que desencadenó la pandemia del COVID-19 en el país.
Según un reporte, el estado de California ha perdido una millonaria suma, el número ascendería hasta los $20,000 millones y a pesar de esto, el número es menor al que se tenía previsto meses atrás.
Esta cantidad representa el 11% de todos los beneficios pagados desde el inicio de la pandemia en los distintos programas. Una de las causas de este fraude millonario es la expansión de los beneficios y pedimentos de cheques de ayuda por desempleo.
Esto permitió a las personas que trabajaban por cuenta propia obtener ayuda financiera, pero no había garantía de que regresaran las cifras recibidas y muchos de ellos no llenaban los requisitos para recibir estos estímulos en California.
“No creo que la gente haya captado en su mente la enormidad de la cantidad de dinero que se ha emitido de forma errática a personas que no lo merecen”, dijo al diario Los Ángeles Times, el asambleísta republicano de Palmdale, Tom Lackey.
En California, personas que estaban en prisión recibían estímulos
Otro reporte apunta que hubo un fraude generalizado en las agencias de desempleo en todo el país desde el inicio de la Pandemia del COVID-19, se estima que las pérdidas han sido al menos de unos $87,000 millones en pagos fraudulentos aprobados.
Este reporte fue hecho por la oficina del inspector general del Departamento de Trabajo de EE.UU. Por ejemplo, en Arizona, el 30% de todos los pagos de beneficios por desempleo fueron recibidos por personas fraudulentas.
Otro caso curioso se detectó en California, donde al menos $810 millones los recibieron personas que estaban prisión y otros más que estaban condenados a muerte.
Para comenzar a frenar esta fuga de capitales, las autoridades han implementado un software y otros filtros para identificar a todas las personas que reciban un apoyo, además de practicarles estudios para saber si realmente requieren la ayuda.