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Tras un incidente considerado por activistas como “racista”, en donde varias mujeres de Carolina del Norte y sus niños fueron expulsados por agentes del alguacil de una piscina por escuchar música en español, una organización pide cambios en la entidad.

Activistas y las mujeres que fueron echadas viajaron desde Henderson en las montañas, hasta las afueras del Capitolio de Carolina del Norte en Raleigh, el sábado 17 de julio, y allí narraron lo que sucedió pocos días atrás.

El incidente fue grabado en un video se hizo viral a través de la plataforma TikTok, donde en cuestión de días ya supera las ocho millones de reproducciones y más de dos millones de likes.

De acuerdo con el video, el grupo de mujeres latinas acudieron a un negocio llamado Flex Fitness and Recreation Center, en Hendersonville, el lunes 12 de julio.

Estaban disfrutando de la tarde en la piscina del lugar, cuando un empleado del establecimiento intentó desconectar unos parlantes que estaban junto a las mujeres en donde oían música latina.

“Han tenido música en inglés y no dice nada. Pero teníamos música en español”, dijo Bella Pérez a un oficial del alguacil de Henderson. “Vino con mala actitud, desconectó nuestro altavoz y trató de llevárselo”.

En el video, Pérez habla en español. Bianca Figueroa, sobrina de Ramírez y la persona que subió el video, lo tradujo al inglés en TikTok.

Oír música en español: “Disfrutar nuestra cultura no es un crimen”

“Cuando hay niños teniendo que vestirse rápido y salir tapándose porque estaban escoltados por la policía, es cuando me dije, esto no puede seguir pasando”, dijo Bianca Figueroa en Raleigh, junto a activistas de la organización Poder NC.

“Vamos a hablar y lo haremos en nuestro idioma materno”, agregó. “Disfrutar nuestra cultura no es un crimen”.

Por su parte Bella Pérez, quien también estuvo en el incidente dijo: “Cuando voy a tu negocio, al cual estoy pagando, trátame con respeto, dime ‘hola’, dime ‘enjoy’, hazme sentir importante como yo te hago sentir importarte. No más racismo”.

Verónica Ramírez, otra de las mujeres que fueron echadas de la piscina por oír música en español, agregó: “Estábamos tratando de disfrutar una tarde agradable sin estrés, sin coraje, y de la nada llegan y con policías nos sacaron”.

Ramírez mencionó que muchos de los niños que las acompañaban estaban asustados e incluso tuvieron que servir de intérpretes ente ellas y los uniformados.

“No tiene idea lo que fue sentir eso. Para mí fue coraje, fue impotencia, pues no hicimos nada, ninguna razón hubo para que nos sacaran con policías; estábamos con niños pequeñitos, algunos ni pudieron cambiarse, salieron con las toallas encima”, recuerda.

Piden respuestas al alguacil

Estas son las demandas que las familias latinas le hicieron a la Oficina del Alguacil del Condado de Henderson:

  1. Que publiquen el reporte policial sobre el incidente para la próxima semana.
  2. Dar a conocer la grabación de la llamada al 911 sobre el incidente.
  3. Finalmente, que cambie la política de la oficina del alguacil para que dejen de poner a los niños en una situación en la que tengan que ser intérpretes por sus familias.

Hasta el momento no ha habido más que silencio sobre este incidente por parte del alguacil Lowell S. Griffin. El condado de Henderson es uno de los pocos que todavía mantiene vivo en sus cárceles el programa de deportación 287(g).

“No quiero que algo como esto vuelva a pasar, ni quiero que ninguna de ellas lo vuelvan a pasar nunca jamás”, recalcó Ramírez.

La tiempo que la multitud que acompañó a las mujeres en Raleigh arengaba: “Invisibles, no más”.

Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com