Amy Pérez está orgullosa de ser hija de inmigrantes mexicanos.
En la sala de su casa hay una caja llena de fotografías familiares.
En ellas están retratados los últimos momentos de su madre en México, antes de mudarse a Carolina del Norte.
La joven latina ahora tiene 18 años y pese a que creció en Johnston, no se olvida de sus raíces.
Mucho menos del sacrificio de su madre.
"Me hacen feliz porque sé que ella dio un gran paso", dijo Pérez a ABC11.
Sus padres se conocieron en Estados Unidos, se casaron y la tuvieron.
Al crecer como hija única de padres hispanohablantes, ella se volvió su intérprete.
"Llamadas telefónicas importantes, reuniones. Cuando se trataba de consejeros, citas médicas, yo estaba allí", dijo.
"Cuando pierdes el idioma, pierdes una parte de ti mismo y de dónde vienes".
Los niños que traducen para sus padres son una constante en la comunidad latina de Carolina del Norte y Estados Unidos en general.
La adolescente aprendió inglés en la escuela y se lo enseñó a sus padres.
Pero en la escuela secundaria, notó que sus responsabilidades en el hogar eran un poco diferentes a las de sus compañeros.
Rápidamente aprendió la diferencia entre deseos y necesidades, ya que conocía el presupuesto semanal de la familia.
Y es que los inmigrantes constituyen el 8 % de la población de Carolina del Norte.
De hecho, son 298,000 personas sin documentos que viven en Carolina del Norte, según un estudio de Migration Policy Institute (MPI).
De ellos, el 58 % son de origen mexicano, la abrumadora mayoría debido al cinturón fronterizo que separa a ambos países.
Siendo el 43 % de los indocumentados en Carolina del Norte, personas que no dominan el inglés.
En un país culturalmente distinto, los padres de Pérez tomaron medidas para preservar su lengua materna e incluso mantener las tradiciones culturales en el hogar.
"A veces tiene gente que conoce que trae comida de México congelada”, dijo la menor.
“Así que tenemos queso congelado para guardar. Además de flautas, tortas, tostadas, ceviche".
Hoy, la joven de 18 años es una estudiante universitaria en Johnston Community College.
Además, trabaja para obtener su certificación de intérprete de español para médicos.
Algún día, espera tener familia y continuar preservando y celebrando su cultura.
"Es algo que demuestra quiénes somos y de dónde venimos. Sé que los niños hoy pierden eso", sentenció.
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