Dos noches, 36 horas, duró una fiesta electrónica clandestina celebrada en Francia con la presencia de alrededor de 2,500 personas en Lieuron, en la región de Bretaña.
Las autoridades abrieron una investigación judicial para identificar y enjuiciar a los organizadores de la fiesta que se celebró en el oeste del país. Los mismos deberán ser detenidos por violar el toque de queda que se estableció por la pandemia del coronavirus.
El ministro Gerald Darmanin explicó que la actuación policial en las inmediaciones de la fiesta en Francia “condujeron al final de la fiesta ilegal sin violencia” el sábado en la mañana, a unas 36 horas de su inicio.
Fiesta en Francia es un irrespeto a los protocolos de COVID-19
Más de 1,200 personas recibieron multas por incumplir el toque de queda, por no usar mascarilla, y por participar en la reunión ilegal, agregó el ministro, señalando que se confiscaron equipos de sonido y generadores eléctricos.
Los fiesteros de Francia y del extranjero se congregaron en un hangar de Lieuron el jueves en la noche para celebrar el nuevo año. A pesar de que las autoridades intentaron terminar con la celebración los asistentes atacaron a la policía la primera noche. En las disputas quemaron un auto patrulla e hiriendo a varios con botellas y piedras.
La fiesta no respetó que el país está bajo un toque de queda nocturno que busca disuadir a la gente de reunirse durante la pandemia. Francia ha reportado más de 64,000 decesos relacionados con el virus.
Desarrollado por La Noticia con información de AP.